Videojuegos a los que «Supernanny» dejaría jugar a tus hijos
La popular psicóloga ofrece una serie de pautas para escoger bien el juego y establecer unas normas claras a los niños
La psicóloga Rocío Ramos-Paúl, la popular «Supernanny» de la televisión, plantea en otros términos el debate sobre si los niños deben jugar o no a los videojuegos: «¿Por qué voy a prescindir de las consolas? Son muy motivantes. El ocio digital es una realidad y hay que perderle el miedo, y lo mejor para perder el miedo es jugar con los hijos». Aunque, antes de ponerse a jugar, es fundamental escoger bien el videojuego y las condiciones para usarlo: «Prohibir su uso no es la solución; definir las normas, sí».
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«Los videojuegos deben entenderse como una actividad más dentro de otras actividades de ocio en su tiempo libre sin que interfiera en otras rutinas necesarias. Sirven a nivel educativo puesto que desarrollan capacidades», explica a ABC Ramos-Paúl, directora de Centro de Psicología Biem . «La clave está en el control del tiempo, en establecer una normas, los horarios, como con cualquier actividad. Hay que trabajar el autocontrol puesto que no se puede controlar al hijo todo el tiempo. Si juega a otros juegos, si respeta las pautas, no hay ningún problema. Si se despierta por la noche para jugar cuando todos están dormidos, sí. Hay que analizar el comportamiento del hijo, si es capaz de jugar sin obsesionarse y cumplir con las normas.»
Información para padres
Ramos-Paúl participa en una campaña de Nintendo y, por tanto, ofrece su análisis detallado solo de los cinco juegos seleccionados por la compañía dentro de su promoción de marketing « Su primera consola »: «Animal Crossing: New Leaf», «Nintendogs + cats», «Tomodachi Life», «New Style Boutique» y «Aprende inglés con Biff, Chip y Kipper». El catálogo de Nintendo, y en concreto el de la portátil 3DS y sus diferentes versiones, es actualmente el más enfocado en el público infantil.
Sin embargo, la psicóloga recuerda, sin dar títulos, que hay otros muchos videojuegos apropiados para que jueguen los niños, tanto en otras consolas como en aplicaciones para móviles y tabletas; simplemente hay que valorar bien sus cualidades. «Los padres deben informarse bien antes de comprar el juego. Muchos acompañan el desarrollo de la imaginación, la creatividad, fomentan el desarrollo de la memoria y la autoestima. En el fondo es algo que les puede ayudar y no una pérdida de tiempo.»
La profesora Victoria Tur, del Grupo de Investigación, Comunicación e Infancia de la Universidad de Alicante, considera que «la industria de los videojuegos es de las que mejor informan en las recomendaciones». «No solo especifican la edad recomendada, sino que dan detalles concretos del contenido. No tiene sentido que los niños jueguen a juegos que no sean apropiados puesto que la información es muy clara.»
Cinco ejemplos
Los títulos analizados por «Supernanny» no son juegos educativos propiamente dichos; pero, como cualquier juego, pueden ser útiles para su aprendizaje, según explica. «Animal Crossing: New Leaf» consiste en gestionar la economía de una villa. «Jugando puede aprender el ahorro, la ley de la oferta y la demanda, el principio de escasez y comprender las dinámicas de la economía de la casa», explica Ramos-Paúl. Para un público un poco más mayor, se pueden experimentar nociones de emprendimiento con «New Style Boutique», sobre el negocio del mundo de la moda, desde una pequeña tienda a las pasarelas.
«Nintendogs + cats» es un simulador de mascotas. «Aprender a responsabilizarse, a respetar un horario, la importancia de la disciplina o ser consciente de que tengo que cuidar mis cosas. A veces hay que dar un “no por respuesta”, que es lo mismo que entrenar su tolerancia a la frustración, y de paso entiende por qué tú se lo dices a él», argumenta la psicóloga. En el simulador social «Tomodachi Life», según «Supernanny», «tu hijo puede empatizar con conocidos, tomar decisiones con un poco más de tiempo que en la vida real, y reaccionar ante conflictos». Los numerosos juegos para aprender idiomas son un complemento para la formación, nunca un sustituto, menos árido y más motivante.
La psicóloga destaca otro aspecto positivo: «Los progresos en los videojuegos sirven para ejercitar la constancia ya que aumentan la dificultad en la medida que el juego avanza. En paralelo al aumento de la dificultad está el aumento de la destreza. Junto con los logros puede tener un aumento de la autoestima». Siempre, según remarca, habiendo hecho un trabajo previo de selección del juego adecuado, no solo los de esta lista, y las normas claras para usarlo para evitar abusos.