Bicis en vez de pupitres, el nuevo método que triunfa en los colegios de EE.UU.
El programa «Lee y pedalea» en clase ha conseguido que los niños lean y hagan ejercicio a la vez con sorprendentes resultados
Pasar seis o siete horas sentados en un pupitre puede que no sea el mejor hábitat educativo para niños de Primaria y, aunque disfruten de los recreos al aire libre y cada vez más colegios programen actividades educativas fuera del aula, lo normal es que la mayor parte de la jornada escolar suceda dentro de la clase , con los niños de seis, siete años en adelante sentados atendiendo las explicaciones de los profesores. La actividad física y el placer de la lectura han quedado relegadas a un segundo plano. Un nuevo método, « Read and Ride » está llegando a los colegios de Estados Unidos para acabar con estos problemas.
Creado en 2010 por un consejero educativo de Carolina del Norte, Scott Ertl , este nuevo método pretende que los colegios sean algo más que una mera preparación para el tradicional trabajo de oficina, con lo poco saludable que esto puede ser para el organismo y luchar contra el sedentarismo . Poco a poco su programa «Read and Ride» («Lee y pedalea») está llegando a más puntos de la geografía estadounidense ya que combina actividad física moderada con la lectura sosegada . «Mens sana in corpore sano» que rezaba el ideal griego.
La idea se le ocurrió a Ertl mientras él mismo leía montado en la bicicleta estática en el gimnasio , ya que como a la mayoría de los adultos estadounidenses el tiempo de lectura quedaba limitado a los momentos que pasaba sentado en la bicicleta estática. Y pensó que «a muchos niños les parecería divertido leer mientras hacían ejercicio» así que le comentó la idea al director del colegio Ward de Winston-Salem donde trabajaba y se sumó a la idea de Ertl.
El experimento empezó con una sola bicicleta en una esquina del aula, aunque fue tal la acogida que pronto se vieron buscando más bicis de segunda mano con las que llenar una clase entera y los alumnos empezaron a leer mientras pedaleaban durante sesiones de 15-20 minutos mientras el programa «Read and Ride» se extendía por otras escuelas de Carolina del Norte y otros estados de EE.UU. La unión de bicis y libros ayudaba a quemar calorías pero también les ayudaba a los alumnos a aprender más y mejor.
Y es que, después de analizar los datos que habían recabado a lo largo del curso, vieron que los resultados académicos de los escolares que habían pasado más tiempo en este programa había mejorado notablemente y su capacidad de lectura había aumentado un 83%. «Leer pedaleando es más divertido para muchos niños que se sienten frustrados y pierden la paciencia cuando leen», explica Scott Ertl, «y pedalear les ayuda a liberar esa frustración».
Sheila Hess, una joven profesora de preescolar de Carolina del Norte, se muestra entusiasmada ante el programa de Ertl y reconoce que son muchas las iniciativas que hacen en los colegios e institutos estadounidenses para captar el interés de los niños por la lectura, además del ejercicio, con acciones similares como «Bookit», por la que los niños consiguen «vales» para optar a premios. Aunque «Read and Ride» no ha llegado a su colegio, al ser cuestionada por este periódico, por la posibilidad de implantarlo en su aula, Hess se mostraba interesada y consideraba esa opción como una «manera genial de motivar a los niños a moverse y leer».
Inteligencias múltiples
« Peter estaba enloqueciendo a su maestra. En lugar de sentarse frente a su pupitre y concentrarse en la lección, se levantaba y recorría el salón a voluntad. Sus notas descendían en proporción inversa al aumento de la presión arterial de la maestra. Pero un día, la maestra de Peter aprendió una lección importante. Esa mañana había olvidado regar las plantas y durante la lección de lectura le pidió a Peter que les echara agua a las matas en la parte de atrás del salón. Luego le hizo preguntas y se sorprendió al descubrir que el niño se sabía toda la lección. Empezó a comprender que Peter era un niño que necesitaba moverse para poder aprender. Pensó en otras tareas que el niño pudiera hacer en el aula mientras ella dictaba la lección, y desde ese momento el desempeño de Peter empezó a mejorar ».
Con este sencillo ejemplo de Thomas Armstrong , en su libro « Inteligencias múltiples. Cómo descubrirlas y estimularlas en sus hijos », este modelo podría aplicarse para los casos de determinados alumnos que tienen predominancia corporal-cinética, por lo que aprenden a través del cuerpo y para los que resulta ideal actividades como leer y pedalear al mismo tiempo. Según el modelo de «Inteligencias Múltiples» de Howard Gardner , la inteligencia no es considerada como «algo unitario sino como un conjunto de inteligencias múltiples, distintas y semi-independientes (lingüística, lógica-matemática, naturalista, espacial, musical, corporal-cinestésica, interpersonal e intrapersonal)», por ello, los estudiantes tendrián una mejor educación si se aplican diferentes metodologías que lleguen a todo el alumnado.
Eloísa García, psicopedagoga y educadora especial, destaca que el programa «Lee y pedalea» «posibilita la incorporación del ejercicio físico a la rutina diaria del aula favoreciendo la competencia lectora, ya que para gran parte del alumnado puede resultar un elemento motivador y para aquellos que tienen más necesidad de moverse puede convertirse en un elemento clave para favorecer su concentración en la lectura ». Además, explica que «no debemos olvidar que para fomentar la lectura en nuestros alumnos, hemos de ser capaces de convertirla en una actividad placentera y para ello, disponer de todos los recursos a nuestro alcance que, a su vez, nos permitan personalizar en la mayor medida posible el proceso de enseñanza-aprendizaje».
La lucha contra la obesidad infantil
Este sistema también consigue que ciertos alumnos, a los que el ejercicio no les atrae, se muevan, como relata el propio creador del programa, « muchos escolares con sobrepeso viven en lucha constante con las actividades deportivas porque no quieren ser siempre los últimos o los que pierden y en las bicis pueden marcar su propio ritmo y esforzarse a su nivel sin que nadie note si van más despacio o si se toman un respiro». Lo que en el fondo está ayudando a combatir el terrible problema de la obesidad infantil en este país donde, según el Centro para el Control de Enfermedades, el porcentaje de niños de 6 a 11 años con prevalencia de obesidad pasó de 7% en 1980 a 18% en 2010. Y entre los 12 y los 19 años pasó de 5% a 18% en el mismo lapso de tiempo. Sin olvidar las complicaciones que puede generar en la salud de una persona a lo largo de los años de su vida.
En España , la obesidad infantil, esta situada por delante de EE.UU. (Pronaf, diciembre 2011) y además es uno de los países con peores indicadores de inactividad física en Europa, que supone un riesgo para la salud de la población escolar ya que el sedentarismo, o el «envejecimiento sedentario», es uno de los más graves problemas de salud prevenible de nuestro país.
Los alumnos disfrutan siendo más activos mientras que los profesores , como Brenda Stewart -profesora retirada de Carolina del Sur-, disfrutan al ver cómo sus alumnos están deseando aprender según cuenta a ABC.es. Aunque Stewart no llegó a conocer este programa -que le parece «muy divertido e interesante»- en sus años de docente sí amadrinó otros similares como «Rock and Read» en el instituto de la localidad de Marion en Carolina del Sur y no dudaba en promover la lectura y la escritura entre sus alumnos con recompensas de actividades al aire libre. Para esta profesora vocacional es también fundamental que tanto padres como personal educativo «se involucren» a la hora de crear y afianzar este tipo de programas entre los escolares para obtener el máximo beneficio.
Aprender en un ambiente relajado
«El lugar donde nos encontremos puede determinar cómo nos sentimos, nuestra seguridad en nosotros mismos, nuestro bienestar y nuestro sentido de la pertenencia y de la valía» explica Richard Gerver en «Crear hoy la escuela del mañana», de lo que se desprende que nuestros hijos «deberían poder pasar sus días en entornos que les inspiren y les conforten, espacios diseñados para ellos y, hasta cierto punto por ellos».
Dentro del marco de la escuela innovadora, los espacios juegan un papel determinante en la construcción del conocimiento: disponer de un aula rica en estímulos, abrir los espacios del aula, aprovechar todos los recursos del centro y del entorno próximo favorecen una convivencia más flexible y relajada.
Legislando por un estilo de vida activo y saludable en la escuela
El Real Decreto por el que se regula el currículo de Educación Primaria establece que de forma transversal «las Administraciones Educativas adoptarán medidas para que la actividad física y la dieta equilibrada forme parte del comportamiento infantil, por lo que se promoverá la práctica diaria de deporte y ejercicio físico por parte del alumnado durante la jornada escolar» (Real Decreto 126/2014, de 28 de febrero). Prueba de estas medidas son proyectos que ya se están llevando a cabo en los centros escolares dirigidos a promover estilos de vida activa y saludables, como puede ser el programa +Activa en Castilla-La Mancha que tiene como objetivo el fomento de «estilos de vida activos y saludables en la población castellano-manchega, para todas las edades» lo que supone atender «importantes desafíos como la disminución de la obesidad infantil», entre otros. Los Proyectos +Activa son proyectos de innovación educativa que tienen la finalidad de promover estilos de vida activos y saludables entre el alumnado, tanto en horario lectivo como en el extraescolar .
Asimismo, el Real Decreto establece que «se dedicará un tiempo diario a la lectura de cara a fomentar el hábito lector y que, sin perjuicio de su tratamiento específico en algunas asignaturas, la comprensión lectora se trabajará en todas las asignaturas».
Programa «low cost»
Uno de los puntos a favor de este sistema es su coste , ya que los directores de los más de 30 colegios estadounidenses donde se ha implementado han conseguido que se ponga en marcha a coste cero gracias a las donaciones de particulares que han regalado las bicicletas que tenían guardadas en el trastero cogiendo polvo y ya no sólo bicicletas, también mini-elípticas para debajo del pupitre y otros artilugios para ejercitar las piernas mientras se aprende.
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