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Macchinine, en la habitación de un coleccionista
Las piezas en esta tienda están fuera de las cajas y todo ha sido dispuesto como en un pequeño museo del automóvil a escala
La tienda de Macchinine lleva más de una década en funcionamiento en la calle Barquillo 7, en el centro de Madrid; solo mantenerse en un mercado tan competitivo es todo un éxito.
Coches para coleccionistas expertos, para simples aficionados y algunas curiosidades de aire «vintage» como peonzas japonesas y algunas piezas de hojalata, completan esta «tienda-museo», en la que su propietario, José Luis Jiménez se ha esforzado por recrear el ambiente de la habitación de un coleccionista, con todo fuera de sus cajas para que el público pueda ver y disfrutar las piezas.
En este pequeño local de apenas 17 metros cuadrados se ha encontrado con clientes de todo tipo, los que buscan el coche de su juventud, los que intentan iniciar a los nietos en el coleccionismo o simples curiosos que van a echar un vistazo y que irremediablemente «pican».
En el vídeo sobre estas líneas Jiménez explica, entre otras historias, cómo se le ocurrió el nombre para la tienda y la trayectoria de este negocio diferente.
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