Educación
Tragar monedas o tierra no tiene «ninguna gracia»
La sociedad exige un protocolo de actuación contra las novatadas
«En algunas colectividades, vejamen y molestias que los antiguos hacen a los recién llegados ». Así define la Real Academia Española las novatadas, un tipo de ritual aceptado socialmente por su tradición a lo largo de los años, ya Platón o La vida del Buscón hacían referencias a la «gran nevada» : escupir a alguien situado en el centro de un grupo de personas. Actualmente, con el inicio del curso universitario, este tipo de actos se repiten en muchos colegios mayores, residencias escolares e, incluso, universidades. Loreto González-Dopero , presidenta de la asociación «No más novatadas» , recuerda que estas prácticas están prohibidas en el interior de estos centros, pero «la mayoría de ellas se celebran fuera de los campus».
Aunque hay excepciones, mantener esta tradición supone para muchos jóvenes someterse a duras pruebas que van más allá de la mera diversión y dejan huella tanto física como psicológica en las víctimas. El problema es, según las fuentes consultadas, que los jóvenes no denuncian esta situación , en primer lugar, porque el proceso judicial es muy engorroso; en segundo, porque no hay un respaldo social proclive a ello —al igual que en su día ocurrió con el maltrato infantil o la violencia de género— y, además, por el miedo a las represalias del resto de jóvenes con los que deben pasar los cinco próximos años.
Pocos, muy pocos datos se conocen sobre las novatadas. De hecho, el año pasado se publicó el único estudio realizado en España: «Novatadas, comprender para actuar» . La investigadora de la Universidad Comillas y coautora de este informe, Ana Aizpún, asegura que ha analizado numerosos estudios realizados en Europa y Estados Unidos y de todos ellos se concluye que las novatadas, aunque sean leves, son una forma de maltrato porque hay un acto de sumisión y un abuso de poder que provoca secuelas físicas y psicológicas. A su juicio «existe un gran silencio en todo lo que envuelve este asunto porque hay mucho miedo: de los alumnos a denunciar y de los centros y residencias a reconocer que estos actos se celebran en sus instalaciones».
Falta respaldo social igual que en su día lo hubo con la violencia de género
Sin embargo, parece que este inicio de curso comienza más esperanzador. La pasada semana el Pleno del Senado aprobó la primera moción registrada en España contra las novatadas. La iniciativa ha sido promovida por el Grupo Popular junto a más de 160 colegios mayores y residencias universitarias y «No más novatadas». De esta manera, se insta al Gobierno a colaborar con instituciones y agentes públicos o privados, padres y alumnos para prevenir este tipo de acciones y proteger adecuadamente a las víctimas.
Lo que queda por hacer
Mientras se espera una respuesta por parte del Gobierno, el director general de la Policía Nacional , Ignacio Cosidó, dejó claro hace unos días que no se reformará el Código Penal porque, a su parecer «ya recoge determinadas novatadas que implican agresiones, vejaciones... como delitos». No opinan igual los defensores de acabar con estos actos, quienes critican que las novatadas, como tal, no estén incluidas en el Código Penal , aunque sí reconocen que están las injurias, la difamación, humillación... «Es necesario también —matiza González-Dopero— implicar a los rectores para actualizar el decreto ley que rige el reglamento de disciplina académica, que no se actualiza desde 1954. En los estatutos universitarios se habla del respeto a la comunidad universitaria y la palabra dignidad también queda reflejada, pero no se menciona el término novatada».
Para acabar con estas prácticas se requieren más mecanismos de vigilancia, así como mayores campañas de sensibilización tanto informativas como preventivas, como la que ha realizado recientemente la Policía Nacional. Consideran esencial que la clase política se reúna con la comunidad científica para tomar decisiones y poner coto a estos rituales, como ya se ha hecho en Francia, donde se incluyen en el Código Penal, o en algunos estados americanos.
Asignaturas pendientes
Otra de las asignaturas pendientes es la creación de un protocolo de denuncia para que las víctimas puedan acudir sin miedo y no quede en papel mojado. Asímismo, se reclama un teléfono centralizado donde las personas que sufren estas acciones puedan consultar qué hacer y sentirse acompañadas en su particular calvario.
Según González-Dopero resulta «imprescindible que en el Congreso de los Diputados se tomen medidas legislativas y educativas para fomentar valores como la empatía, la compasión, el respeto..., y convencer a los estudiantes de que hay actuaciones que, aun siendo una tradición, no son aceptables si no se respetan una serie de principios éticos y morales».
Ana Aizpún destaca, por último, la necesidad de cortar el círculo vicioso y que los centros se impliquen en realizar otro tipo de recibimientos con actividades, fiestas, excursiones, etc. « Si se consigue que durante dos generaciones no se realicen novatadas , las podemos dar por terminadas. El problema es que los que llegan nuevos a los centros toman nota de su recibimiento y serán ellos los que programen novatadas al año siguente para los nuevos alumnos».
Así debes actuar
Si eres víctima
—Di "no". Son una forma de maltrato.
—No des por supuesto que hay que pasarlas.
—Forma grupo con otros estudiantes nuevos y plántate así, en grupo, para soportar la presión.
—Habla con tu familia y cuéntales lo que pasa.
—Informa al director del centro o residencia y contacta con los defensores universitarios.
—En ningún caso accedas a ir al piso de antiguos colegiales.
—No permitas que te hagan beber alcohol a la fuerza.
Antes de elegir colegio
—Infórmate de cuáles están libres de novatadas. Si no te consta, aclara estos asuntos: posicionamento del centro, vías de denuncia con garantía de confidencialidad, sanciones, existencia o no de aulas o comisiones de derechos humanos.
Si eres antiguo alumno
—No participes en novatadas. Plántate, sé asertivo. No las aplaudas. No las rías.
—Promueve en tu centro comisiones de derechos humanos y oficinas de atención al alumno.
—Acoge de verdad, ayúdales y organiza actividades sanas (deporte, cultura…).
—Solicita la involucración del equipo directivo.
—Rompe el silencio. Haz visibles las novatadas.
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