Eurovisión 2015

Los «reyes del punk» finlandeses se quedan fuera de la final de Eurovisión

Rusia, Bélgica y Grecia hacen valer su condición de favoritos y estarán presentes en la gala del sábado. Banderas «arco iris» se cuelan en la actuación de la candidata rusa

Los «reyes del punk» finlandeses se quedan fuera de la final de Eurovisión REUTERS

JAVIER ESCARTÍN

El punk no tiene cabida en Eurovisión. La famosa banda PKN, integrada por dos personas con síndrome de Down y otras dos con autismo, no han conseguido hoy el pase para la gran final en la gala que ha abierto de forma oficial el concurso en el Stadthalle de Viena. El grupo finlandés, que había acaparado el mayor foco mediático de entre todos los participantes de la primera semifinal , presentaba la canción más corta de la historia del certamen bajo un estilo muy poco habitual que a ellos les sirve en sus carreras como vía para expresar su creatividad y rabia. En camiseta, vaqueros y chalecos llenos de chapas, los cuatro componentes buscaban emular el éxito de sus compatriotas Lordi, que ganaron el festival cantando heavy, pero los votos del público y del jurado les han dejado fuera.

El resto de favoritas para la victoria final sí han pasado. La rusa Polina Gagarina ha brillado con luz propia interpretando «A million voices», una balada con pretensiones de himno que habla sobre las millones de voces «que se unen para hablar un mismo idioma: el idioma del amor». La intérprete, toda una celebridad en su país, ha conseguido eludir el abucheo generalizado que el público eurofan dedicó a la candidatura rusa el año pasado en pleno enfrentamiento con Ucrania por la región de Crimea. Lo que la realización austriaca no ha evitado han sido las numerosas banderas arco iris (emblema del mundo homosexual) que los espectadores en el estadio han alzado cuando ha llegado el momento de la candidatura rusa.

La presencia de Polina en la parte alta de la tabla parece asegurada así como la del dúo estonio, muy aplaudido tras su actuación. Siguiendo la estela de «The Common Linnets», segundos el año pasado, Elina Born y Stig Rästa han brindado una delicada e intimista interpretación de «Goodbye to yesterday», que incluye abandono del escenario por parte de él para dejar a su compañera triste y sola recordando el encuentro de ambos. Muy ovacionado también fue el belga Loïc Nottet con una actuación que evoca la locura más irracional y que deja en bandeja la opción de que Bélgica vuelva a un puesto alto en Eurovisión desde el sexto lugar de Tom Dice en 2010.

Griegos y rumanos mantiene el pleno

Grecia y Rumanía, dos países que siempre se han clasificado para la final, tampoco han fallado en esta ocasión. Los helenos toman fuerza gracias a Maria Elena Kyriakou y su potente balada «One last breath». Los rumanos, mientras, han apelado a la emoción hablando en su canción sobre la soledad que sufren los niños cuyos padres tienen que emigrara otros países para buscar trabajo.

Otras canciones con mensaje también han encontrado su lugar en la final. Armenia, con su crítica velada a la masacre otomana que sufrió en la I Guerra Mundial , ha convencido a los europeos, al igual que Hungría y su himno antibelicista. La carismática Bojana Stamenov, clamando que la belleza nunca miente ante el apoyo ensordecedor de los eurofans, consigue que Serbia pase a la final en el año de su regreso al certamen. La georgiana Nina Sublatti, que ha superado en tiempo récord una afonía que puso en peligro su candidatura, y la albanesa Elhaida Dani completan el cupo de finalistas.

Países Bajos, de segunda a eliminada

En el lado opuesto de la balanza se quedan los seis candidatos que han quedado eliminados. Países Bajos, que el año pasado fue segundo, vuelve de nuevo a fracasar con una titubeante Trijntje Oosterhuis que vislumbraba su eliminación al taparse la cara con un velo negro al principio de su actuación. Dinamarca se queda también fuera al no convencer la apuesta rock ochentera de Anti Social Media sólo dos años después de haber ganado el certamen con Emmelie de Forest.

El bloque del este tampoco ha corrido mejor suerte (con la excepción de Rusia) y Bielorrusia y Moldavia quedan apeadas. Macedonia, que desde 2012 no llega a la final, ha perdido una nueva oportunidad tras la desastrosa actuación de Daniel Kajmakoski evocando el fin del otoño.

En total, ya son 17 los países clasificados para la final del sábado. Las otras diez plazas para la final tendrán dueño tras celebrarse la semifinal del jueves, en la que participarán 17 candidatos. Los miembros del llamado «Big 5» (España, Italia, Reino Unido, Francia, Alemania) Australia en condición de país invitado y Austria como anfitrión están ya clasificados de forma automática.

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