Pueblos de España
Turismo de misterio y brujería
En este pequeño municipio navarro tuvo lugar en 1610 el mayor proceso inquisitorial contra la brujería conocido en España. Una treintena de vecinos fueron juzgados y once de ellos ardieron en la hoguera
Por todos es conocido el refrán de «cría cuervos y te comerán los ojos». Algo así sucedió en el pequeño pueblo navarro de Zugarramurdi, donde a comienzos del siglo XVII se extendió la fama de que por esa zona abundaban las brujas . Incluso, allí tuvo lugar en 1610 el mayor proceso inquisitorial contra la brujería conocido en España. Algo más de una treintena de sus vecinos fueron juzgados por brujería y once de ellos perecieron en la hoguera.
Tal es la fama que ha cogido esta localidad respecto a la brujería que el término «aquelarre» procede de él , más concretamente de un pequeño campo situado en las afueras del pueblo, junto a unas cuevas. A este campo se le llamaba «akelarre», el pasto (larrea en euskera) del macho cabrío (aker en euskera). Se llama así porque en ese pequeño campo se honraba al macho cabrío, como símbolo de la fertilidad, para pedir la abundancia de las cosechas.
Sin embargo, los sueños de una niña y las torturas y amenazas de la Inquisición convirtieron esos rituales en lo que hoy se conoce como aquelarres, como la reunión de brujas que hacían sus conjuros en las cuevas aledañas y adoraban a Satanás.
También hay otro refrán que dice que «no hay mal que por bien no venga». Y los vecinos de Zugarramurdi han sabido convertir esa terrible fama en una forma de atracción turística. Y hoy en día, la pequeña localidad navarra que apenas alcanza los 170 habitantes (237 si sumamos algunos barrios aledaños) es visitada por miles de personas, casi 120.000 personas en 2016 , en busca del origen de los aquelarres y de todo un mundo de leyendas que se ha generado alrededor del pueblo y que inspiró, por ejemplo, al director de cine Álex de la Iglesia para rodar su película «Las brujas de Zugarramurdi».
Pero el pequeño pueblo no solo cuenta con el «prado del macho cabrío» y las cuevas, sino que se puede visitar un apasionante Museo de las Brujas en el que se explica lo que sucedió en verdad en 1610 y «da voz a quienes sufrieron los estragos de una época trasnochada», explica la web turística de la localidad.
Zugarramurdi merece la pena ser visitada por sí misma . Grandes casas señoriales acogen un rico patrimonio que se puede conjugar con una deliciosa gastronomía. Para culminar la visita, se puede disfrutar de frondosos hayedos, verdes prados, así como rebaños de ovejas latxas y pottokas que jalonan el entorno de esta localidad.
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