Pueblos únicos

El río Sella es una fiesta

Hoy tiene lugar el 81 Descenso Internacional del Sella. Conocido popularmente como «Les Piragües», se trata de un recorrido de 15 km a lo largo del río, entre Arriondas y Ribadesella (Asturias)

Arranque del Descenso del Sella el pasado año ABC
Isabel Gutiérrez Rico

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Durante años, Arriondas permanecía al margen. A la izquierda, cuando el curso del viaje llevaba hasta Ribadesella y los ojos ya deseaban vislumbrar el mar; a la derecha, si la intención era una caminata por los Picos de Europa o un picoteo en Cangas de Onís. Y Arriondas siempre quedaba al otro lado de la rotonda, pasada la campa, donde el río Piloña afluía en el Sella.

Desde la ventanilla del coche, esta villa del concejo de Parres (en el oriente asturiano) resultaba tan apacible como una buena siesta, por más que a orillas del río no hubiera día sin un trasiego de gentes vestidas con neopreno, aferradas a unos remos y dispuestas a saltar a unas canoas que, en hilera, estaban listas para echarse al agua. Y de esta manera dormitaba Arriondas en el imaginario, hasta que un primer sábado de agosto pasar de largo resultó imposible: la salida del Descenso Internacional del Sella iba a suceder a las doce del mediodía, así que lo mejor era apuntarse a la fiesta o darse la vuelta. ¡Y menuda fiesta!

Contemplar el arranque de «Les Piragües» es tan emocionante como presenciar a pie de carretera el final al sprint de una etapa del Tour. Posicionar la embarcación desde el inicio resulta fundamental. Una vez entonado el «Asturias, patria querida», a modo de señal, la carrerita de tres o cuatro pasos de cientos de palistas hacia sus canoas despierta un clamor semejante a un gol de Cristiano Ronaldo en el Bernabéu . Se trata de posicionarse para evitar esos primeros tramos más problemáticos -en buena parte marcados por el caudal del Sella- y seguir la corriente con una estrategia definida hacia la meta, en la desembocadura de la ría de Ribadesella.

En el río se libra la lucha, en sus márgenes se celebra un acontecimiento deportivo de dimensión internacional . Hay quienes se instalan en una campa para tomarse la «merienda» y echarse unos culines de sidra; también, los que siguen el descenso a pie, en bicicleta o en tren. Algunos parajes, al paso de las canoas y de sus seguidores, parecen tan distintos... Bosquecillos solitarios, pequeños maizales y prados silenciosos hoy son el concurrido escenario de una magnífica romería. Y cuando el Descenso Internacional del Sella llegue a su fin, la afición seguirá de fiesta durante horas o días. Arriondas aún tardará en recuperar la quietud ¿o es que alguna vez la tuvo?

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación