Las tendencias que se consolidaron en 2018
El año ha estado marcado por atuendos, estilos y accesorios de los rostros más conocidos
Pasado y presente, retro y moderno, es el panorama de la moda actual. La estela de Meghan Markle irrumpió en el universo fashionista, se ha puesto de moda reciclar de las madres, escoger buenos abrigos, lucir el joyero en pleno, sin olvidar a la novia millennial.
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El huracán «fashionista» que llegó a las vidas de las habitantes del planeta Tierra hace algo más de un año se llama Meghan Markle. Sus recogidos capilares de estilo descuidado, sus faldas de corte lápiz, las marcas canadienses de ropa que utiliza, los bolsos de Chloé o Mulberry de factura británica y la marca Celine han subido enteros. Aunque la duquesa de Sussex ha copado portadas, sus deslices protocolarios parecen ceder el bastón a su cuñada Catalina de Cambridge , más sosa y recatada, pero que mejora día a día.
Novia «millennial»
Bohemia, minifaldera, campestre, con botas, de esmoquin o sin velo, la novia del siglo XXI sorprende por dejar atrás incluso los elementos más tradicionales. Ya no hay dos novias iguales, como solía ocurrir en algunas ciudades pequeñas, en las que dominaban un par de modistas. En el primer número de «ABC Novias» de octubre, enumeramos una serie de estilismos, pasando desde los vestidos salmón, a las capas, la ausencia de tocado o los tutús de bailarinas, todos llevados con el estupendo porte de Almudena Lapique .
Más joyas
Tras años de sequía en el mundo de las joyas y de aderezos minimalistas y microscópicos, vuelve la generosidad en el adorno. Ya sea a base de piedras preciosas o de materiales menos valiosos, la realeza ha sacado de sus joyeros las piezas vistosas sin rubor. El impulso lo dio, como casi siempre, Máxima de Holanda , que presume tranquilamente de una de las mejores «trousses» del mundo. Doña Letizia ha desempolvado las mejores tiaras de la Casa Real Española y luce a menudo las pulseras de Cartier de Victoria Eugenia.
Reciclar
Máxima de Holanda comenzó hace cuatro años una nueva tendencia fashionista entre las royals, adaptando un vestido verde de los años 80 de la Reina Beatriz , su suegra, a su propia figura. Desde entonces, reinas y princesas no han parado de replicar la idea. Victoria de Suecia ha lucido favorecedores modelos de su madre, la Reina Silvia , aunque algunos databan de la fecha de su propio nacimiento. Y la Reina Letizia ha adaptado a su silueta un par de vestidos setenteros con cuello de lazo de Doña Sofía .
Todo con abrigo
El hábito poco ortodoxo de algunas señoras con imagen pública de repercusión de lucir vestidos sin abrigo en actos protocolarios en exteriores parece extinguirse. Se han convencido del ridículo que supone llegar en diciembre a una cena en tirantes, o de comenzar una visita oficial invernal a otro país bajando de las escalerillas del avión con un vestidito escotado. Jackie Kennedy no habría caído en ese error y la Reina de Inglaterra tampoco. Se recupera la idea de que lo lógico es a su vez lo protocolariamente correcto. Y los abrigos están de moda.
