Silvia Venturini Fendi: «Con Lagerfeld trabajábamos de un modo curioso y muy libre»

Perteneciente a una de las sagas más poderosas de la moda italiana, la nieta de los fundadores de Fendi, se estrena en la alta costura. ABC la entrevista en exclusiva tras su primer desfile sin Karl Lagerfeld

Silvia Venturini Fendi durante el «fitting» previo al desfile de alta costura del pasado Jueves en Roma ABC

Cuando en plena década de los 60 las famosas cinco hermanas Fendi intentaron dar un impulso a la empresa de moda y accesorios que habían heredado de sus padres pensaron en Karl Lagerfeld (1933-2019). Desde entonces hasta la muerte del creador alemán hace casi cinco meses, la relación de lealtad y confianza mutua entre Fendi y el «káiser» fue siempre inquebrantable.

Con ocasión del primer desfile de costura de Fendi sin Karl -la noche del pasado jueves, en el Coliseo romano-, en el que se presentó una brillante, impecable y delicada colección, hemos entrevistado a Silvia Venturini Fendi (58 años), tercera generación y actual cabeza visible de la gran marca romana. Fue Silvia la que se unió a la empresa familiar cuando un polifacético Lagerfeld tomaba también las riendas creativas de Chanel.

¿Cuando conoció a Karl Lagerfeld?

Yo era una niña cuando le vi por primera vez. Por su apariencia y su bata blanca, en aquel momento pensé que era pintor. Desde entonces, siempre hemos tenido una estupenda relación, cargada de afecto mutuo.

¿Cómo trabajaba con él, alguien tan particular y tan reservado?

Trabajábamos juntos de un modo muy curioso y libre. El tenía su sede en París y yo en Roma. Karl nos pasaba sus ideas y nosotros las trabajábamos. Una vez preparadas las propuestas, contábamos con un par de días para mostrarle los resultados, realizándose incluso cambios hasta minutos antes del desfile.

¿Qué será lo que más echen de menos de Karl Lagerfeld en la casa Fendi?

Karl era ya parte de la familia. Empezó a trabajar con mi madre y mis tías en los 60 y siempre las vio como sus aliadas. Ellas, a su vez, nunca rechazaron las ideas de Lagerfeld, ni siquiera cuando propuso cortar las pieles en trocitos para crear un nuevo tipo de abrigo, porque Karl revolucionó la peletería.

Lagerfeld con las hermanas italianas que supieron organizarse y hacer una marca emblemática

¿Cuales fueron las principales lecciones que heredaron de sus abuelos, Edoardo Fendi y Adele Casagrande, fundadores de la casa Fendi?

Mi abuela fue una mujer extremadamente estricta, fruto de una era que se caracterizó por la escasez y la estética del rigor. Este ha sido un punto de referencia importante para Fendi y para mí misma. Valoro enormemente la fuerza de mi abuela, de mi madre y mis tías, que triunfaron en un mundo de hombres , aprendiendo a comportarse de modo masculino para salir adelante. No eran únicamente diseñadoras de moda, eran empresarias.

Franca, Paola, Anna, Carla y Alda, las cinco hijas de Edoardo y Adele Fendi, colaboraron de distinto modo en la empresa. ¿No hubo suspicacias familiares ni rivalidades entre sus primos cuando usted comenzó a formar parte del equipo directivo?

Mi madre, Anna Fendi , tenía una fuerte personalidad. Aún así la recuerdo trabajando codo con codo con mis tías en el taller, centro físico de reunión de mi familia. Yo pasaba mucho tiempo allí de pequeña. Karl definía a mi madre y mis tías como «los cinco dedos de una mano», una mano para la que las cinco eran esenciales, aportando cada una su propia estética y personalidad. El ADN de Fendi pasa ahora de una generación a otra. Mi hija Delfina (Delfina Delettrez, joyera) es un ejemplo de mente creativa con autonomía en su modo de pensar.

¿Cómo se desarrollan los procesos creativos y como tiene lugar el flujo de ideas en el equipo de Fendi?

En Fendi respetamos las tradiciones, pero al mismo tiempo luchamos por ser innovadores y experimentar continuamente. Tenemos una gran historia y somos tradicionales, pero nos gusta arriesgarnos.

¿Como cree que evolucionará su propio rol, ahora que Lagerfeld no está ya entre nosotros?

Le echaremos de menos, pero Fendi está siempre en continua evolución, sin olvidar su herencia, ni las magníficas habilidades técnicas de nuestros artesanos. La idea de la investigación y el desarrollo, de experimentar con lo desconocido, me entusiasma y me impulsa a crear novedades. En esta casa creemos que nada es imposible.

Fendi abrió una espectacular tienda faro en Barcelona hace seis meses. Su diseño, a manos de Toyo Ito, marcó un antes y un después en las fachadas del Paseo de Gracia. ¿Cual es el balance de esa apertura? ¿Van a abrir puntos de venta similares en otras ciudades españolas?

Nos encanta España y estamos trabajando para ampliar nuestra presencia en este mercado.

Por último, ¿cómo funciona la asociación entre la familia Fendi y el grupo LVMH a la hora de gestionar las operaciones de la empresa?

Aunque Fendi ya no sea una empresa familiar, el clima que se respira no ha cambiado mucho. Ahora somos parte del mayor grupo de la industria de artículos de lujo del mundo , pero nuestra identidad ha permanecido intacta, incluso aún más sólida que antes. Ahora que tenemos a un gran grupo que nos apoya, podemos servirnos de más recursos y actuar con más fuerza y mayor rapidez. LVMH nos permite conservar nuestra parcela de expresión e innovación, mostrando un enorme respeto por las raíces de la marca Fendi y por nuestro savoir-faire.

La primera tienda Fendi, abierta en Roma en 1995

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