El punto nido de abeja
Durante los años 60 y 70, vivió un gran esplendor
Hace un par de temporadas que hemos regresado a la infancia con la vuelta de la moda del nido de abeja, un tipo de trabajo que comprime las telas dotándolas de una enorme flexibilidad . Aunque ya en las obras pictóricas del Renacimiento se percibe este tipo de punto en prendas de muchas de las señoras representadas, ha sido en España donde el nido de abeja ha triunfado de modo destacado durante el siglo XX , tanto en la ropa infantil como en la juvenil.
Este tipo de costura, que une el tejido con puntadas paralelas y simétricas, consigue crear un efecto de huecos idénticos y repetidos, algo que recuerda a un panal de abejas. Aunque se estima que lleva 500 años enseñándose en talleres de costura, durante los años 60 y 70 del siglo XX vivió un gran esplendor. Fue entonces cuando se prodigó en el trabajo de mamelucos y vestidos infantiles.
De los más pequeños pasó al guardarropa juvenil, apoderándose de los estilismos de las niñas entre 10 y 14 años para el verano, con los clásicos vestidos de corte estilo imperio bajo el pecho y tirantes espaguetti. Reinaban entonces los tejidos de flores tipo Liberty y las telas de estampado Vichy . A inicios de los 70 también las más importantes revistas femeninas se hicieron eco de esta tendencia por su estilo naif y su gran comodidad, ideal para prendas de corte bohemio.
Este año no solo está de moda volver a trabajar manualmente el nido de abeja sino que también son muchas las marcas que lo proponen en sus colecciones. Tal es su popularidad que Zara, & Other Stories, Mango, Ganni, Self-portrait, Longchamp, Faithfull The Brand, J.Crew o Loewe utilizan nido de abeja en sus colecciones «para mayores», todo un clásico de la moda española que supone un verdadero regreso a la infancia.