El polo
De la India a Londres y de Nueva York a París
La historia del polo como prenda data del siglo XIX. Los militares británicos destacados en la India modificaron sus camisas de algodón para hacer deporte más cómodamente. Esta nueva prenda, con cierre superior de tres botones, se hizo habitual entre los británicos para jugar al polo , un deporte que aterrizó en las Islas en 1860.
A finales del siglo XIX, John E. Brooks , nieto del fundador de las tiendas de moda masculina estadounidense Brooks Brothers, viajó al Reino Unido para buscar ideas y al presenciar un partido de polo vio a los jugadores llevaban los cuellos abotonados para evitar que se levantasen con el viento. Replicó el invento para sus tiendas.
En los años 20, el tenista y empresario René Lacoste creó una camisa de polo modificada para sustituir a las rígidas e incómodas prendas del tenis. Ideó un modelo en piqué de algodón, le cortó las mangas, sustituyó el cuello por uno flexible y dejó la parte trasera algo más larga para remeterla al jugar.
Desde entonces, la camisa tipo polo se convirtió en la prenda más copiada (la tan traída y llevada Chemise Lacoste). Hasta el presidente Eisenhower comenzó a usarla para jugar al golf. Fred Perry , otro tenista, se sumó a la oferta con otra versión del polo. Y en 1972, un joven empleado de Brooks Brothers llamado Ralph Lifshitz -más tarde Ralph Lauren- se independizó para crear sus propios modelos. El polo se convirtió en un clásico norteamericano y sigue siendo un favorito del guardarropa mundial en verano.