Jean Paul Gaultier dice adiós a las pasarelas tras 50 años de éxitos
En su último y apoteósico desfile, en París, recopiló sus estilos más simbólicos y reunió a sus musas
Provocador, creativo, irreverente y guasón, Jean Paul Gaultier siempre se ha salido de la norma como costurero. Solamente comparable en sus locuras con el desaparecido Moschino o con los momentos más revolucionarios de John Galliano, Gaultier dice ahora adiós a la Alta Costura, tras una carrera de 50 años.
Jean-Paul Gaultier siempre ha sido llamado el enfant terrible o niño travieso de la moda francesa, aunque el «niño» en sí tenga ya casi 70 años. Y es que como decía Picasso, cuando se es joven, se es joven para siempre. Gaultier, que añadió de modo coqueto la «L» a un apellido bastante corriente en Francia (Gautier), siempre quiso diseñar y dibujar. Comenzó e nviando sus dibujos a casas de moda ya consagradas para darse a conocer. Y fue Pierre Cardin el que vio en él un gran talento y le ofreció trabajar para él allá por 1970.
Su primera colección en solitario la lanzó en 1976, si bien sus inicios no obtuvieron mucho eco. Cuando verdaderamente comenzó a trasladar un estilo provocativo e irreverente a la moda fue en los años 80. Ahí comenzó a definir su nueva «persona», su sello característico, su estilo de pelo rubio blanco y atuendo marinero con camiseta milrayas.
Relación con Madonna
Pero su nombre cobró fuerza cuando Madonna le escogió para sus tours más atrevidos, ideando para ella prendas que replicaban la ropa interior de otras décadas, con un giro surrealista y un toque masoquista. Sus corpiños, ligueros y bustiers en forma de cono para el Blond Ambition Tour cambiaron el rumbo de la carrera de Madonna y de Jean Paul, influyendo en la moda y el estilismo de la época como pocos desde la década de los años 60 y la era de la minifalda. Gaultier repitió con Madonna en sus tours de 2006 y 2012, pues siempre hubo sintonía entre ambos y la perfecta ósmosis entre sus estilos consolidó la fama de ambos.
Gaultier fue transgresor en su día con elementos que actualmente conforman el no va más de lo políticamente correcto: en sus desfiles, lo mismo aparecían señoras entradas en kilos que señores de más de 70 años. El colectivo LGTBI se vio por primera vez representado con claridad en la pasarela, los hombres desfilaban con faldas y abundaban las prendas unisex -con ese estilo «sin género» tan actual- en sus colecciones.
Tras su colaboración con Madonna, el mundo del cine le abrió sus puertas y se ocupó del vestuario de curiosas películas de Pedro Almodóvar , Peter Greenaway o Luc Besson . Hace años fue director creativo de Hermès, adaptando su estilo a la discreción de la casa parisina. Más tarde vendió su marca al grupo Puig, pues Gaultier siempre ha vendido más perfumes que ropa. Lady Gaga le ha encargado algunos de sus modelos más irreverentes y Dita von Tease ha desfilado en ropa interior para él y para sus colecciones ideadas para La Perla.
Señas de identidad
Ahora, Jean-Paul Gaultier ha puesto fin a su carrera en la Alta Costura, tras dejar un legado de 50 años de moda. Lo ha hecho con un espectacular desfile que repasaba sus estilos más simbólicos -corpiños, estampados marineros, vaqueros- que tuvo lugar en el teatro de Chatelet. Desfiló por primera vez Paris Jackson , pero también recorrieron la pasarela Irina Shayk, las hermanas Gigi y Bella Hadid , Karlie Kloss o Yasmine Le Bon . Rodeado de Carla Bruni , Eva Herzigova , Laetitia Casta , Rossy de Palm a, Victoria Abril o Alba Flores , entre muchas otras caras conocidas, Gaultier celebró su despedida como si de un comienzo se tratase. Gaultier ha prometido, no obstante, seguir en activo de uno u otro modo, declarando que «lo mejor está aún por llegar». Buena actitud. Todo un ejemplo.
