GALA MET 2022
El look de Kim Kardashian que ya llevó Marilyn Monroe en la Gala MET 2022
La empresaria reinterpretó el icónico vestido que lució la actriz cuando cantó para el presidente presidente John F. Kennedy
Todo lo que hace o dice Kim Kardashian es noticia, y si a eso se le añade la alfombra roja de uno de los eventos VIP más famosos del mundo, aún más. Anoche el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York acogió la segunda parte de la Gala del MET (la primera tuvo lugar el pasado septiembre ), conocida entre otras cosas por la extravagancia de los looks de sus invitados, donde se sigue una temáticas que varía cada año y que no deja espacio para la discreción. La de este año -en los que se conmemoraba además su 75 aniversario- el tema era las referencias históricas a la moda estadounidense, y como era de esperar la ‘socialité’ tenía un as en la manga para no pasar desapercibida.
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Ni corta ni perezosa decidió rendir su particular homenaje a una de las figuras más icónicas de la historia del país, Marilyn Monroe , con un look que también hizo historia: nada más y nada menos que el vestido que llevó en 1962 para cantar el mítico ‘Happy Birthday Mr.President’ a J.F.Kennedy, con quien se rumoreaba que tenía un affair y cuyo video es todo un emblema.
La empresaria se propuso ser la sensación de la noche, y aunque inicialmente la prenda le quedaba pequeña, no renunció a llevarla y para ello ha adelgazado ocho kilos en tres semanas con una restrictiva dieta. Todo un reto con el que deja claro que nada se le pone por delante y que ha hecho que su look haya sido el más comentado del evento.
La prenda fue diseñada por Jean Louis, quien materializó un boceto de Bob Mackie en el que el objetivo era realzar al máximo la curvilínea figura de Monroe creando un efecto de desnudez gracias al color, en rosa empolvado, y el sutil tejido. La pieza poseía un pronunciado escote en uve y llevaba bordados más de 6.000 cristales que emitían destellos con la luz de los flashes.
Actualmente se encuentra expuesta en el Museo Ripley, que la cedió a Kardashian para la ocasión bajo unas estrictas condiciones: no se aplicaría ninguna crema en el cuerpo para no mancharlo y solo lo llevaría puesto para subir la escalinata del museo y posar ante los fotógrafos, pues luego se lo tendría que cambiar por una réplica.
En su día la actriz pagó por él 1.440 dólares, pero tras su muerte estableció un récord al ser la más cara del mundo vendida a subasta en 1999 por 1,26 millones de dólares. Más tarde, en 2016, volvió a ponerse de nuevo en venta por una cifra todavía más alta, concretamente de 4,26 millones.
Siguiendo el ejemplo de Monroe, lo combinó con unos pendientes de diamantes de tamaño mediano con los que el vestido seguía teniendo todo el protagonismo y añadió un abrigo de pelo blanco muy similar a la estola con la que lo combinó la actriz. También se tiñó el pelo de rubio platino y optó por un maquillaje muy discreto con el que remató un estilismo de diez.
