TENDENCIAS
Cinco detalles que renuevan el clásico vestido negro para estas fiestas
Es una apuesta siempre acertada. Este año hay algunos trucos infalibles para revitalizarlos con éxito
El vestido negro es una de esas piezas que no fallan en el armario femenino y que contribuyen a que fácilmente cualquier look se vea sofisticado . Es una prenda que, aunque sea igual de versátil todo el año, en la temporada navideña se convierte en la reina de todos los estilismos, independientemente del estilo que se tenga. Clásicas, alternativas, bohemias, roqueras, hay un vestido negro para cada mujer que puede cobrar un aspecto completamente diferente si se tiene acierto a la hora de jugar con los patrones, tejidos y texturas.
Noticias relacionadas
Las colecciones de las marcas en las últimas semanas le ceden más protagonismo que en ningún otro momento , y para todas aquellas que hayan decidido sucumbir a él hay ciertas pautas que habría que tener en cuenta para dar con la opción perfecta para que sea de tendencia, pero que pueda servir para próximas temporadas y así sacarle el máximo partido. Como suele ser habitual las ‘insiders’ ya tienen preparados sus outfits de cara a las fiestas que vienen y han dado buena cuenta de ello en Instagram, un hervidero de ideas para del que se extraen cinco puntos clave tan útiles como sofisticados.
1. Ritmos futuristas
Aunque los diseños negros se tercian a ser llevados bajo cortes clásicos, las últimas fashion weeks han dejado claro que el minimalismo y las pinceladas futuristas son dos de las tendencias clave de cara a los próximos meses. Saint Laurent o Balenciaga son lo mejores ejemplos de ello, apostando por siluetas oversize con hombreras marcadas, grandes cuellos y mangas abullonadas. Vienen los diseños de tipo batín y en tejidos con personalidad como el cuero o el neopreno que trasladan a un mundo tecnológico
2. Aberturas estratégicas
Las aberturas siempre son un recurso efectivo para hacer que una prenda se vea más sensual y sofisticada, y si las piernas y cinturas han sido las zonas más recurrentes en los últimos tiempos, ahora vienen de una manera más llamativa en escotes y hombros con innovadoras y sugerentes formas . Al llevar este tipo de diseños conviene acompañarlos de un recogido y llevar el menor número de accesorios posible para que la atención se centre en la prenda. Menos es más.
3. Escote flotante
Se lleva de tipo corazón, ilusión o Bardot donde, a diferencia de los modelos más clásicos, se presentan con los tirantes creando el efecto óptico de que ‘flotan’ y le confieren a la prenda un acabado mucho más sofisticado y novedoso. En este caso, dado que la parte superior ya es bastante especial, conviene optar por un diseño que posea un patrón sencillo que lo equilibre para que el outfit no se vea recargado.
4. Volumen aquí y allá
Nunca falla, especialmente cuando se busca compensar la silueta o destacar alguna parte del cuerpo. Las zonas más agradecidas son los hombros, cinturas (en pequeñas dosis) y los bajos con tejidos en los que predomina el tul o el crepé.
5. Apliques, bordados y contrastes
De cara a las fiestas y demás 'saraos' constituyen una solución muy efectiva para que cualquier tipo de prenda se vea más regia. Lentejuelas, cenefas con otros tejidos, perlas y demás piezas de pedrería bordadas, transparencias... Todo vale siempre y cuando el cómputo total del estilismo sea llamativo sin perder la elegancia. La clave, como siempre, está en el equilibrio.