Caballos y tocados imposibles en las carreras de Ascot
La Reina Isabel asistió con Máxima y Guillermo de Holanda al primer día del concurso hípico
Las carreras hípicas de Ascot, un pequeño pueblo de Berkshire, al oeste de Londres, han cambiado mucho desde que la Reina Ana las fundase en 1711. Aunque continúan siendo el gran evento social con el que dar la bienvenida al verano -al que acuden una media de 300.000 personas durante cinco días-, lo cierto es que los tocados extravagantes , muy a la inglesa, se han convertido en el reclamo publicitario de estas carreras. Dejando a un lado las flores plastiqueras, las combinaciones de colores imposibles e incluso los insectos, el legado de la Reina Ana sigue teniendo algo clase gracias a la Familia Real británica, cuyos miembros siguen acudiendo año tras año.
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Isabel II es la que más aporta a estas carreras no solo por su impecable etiqueta, también porque todos los años varios caballos de su cuadra compiten en Ascot. Ayer -y como cada día hasta el próximo 22 de junio- la Reina inauguró esta nueva edición llegando en carroza y acompañada por el príncipe Andrés de York y Máxima y Guillermo de Holanda , quienes se han quedado unos días en Londres tras la entrega de condecoraciones de la Orden de la Jarretera del pasado lunes. Les acompañaron Guillermo y Catalina de Cambridge , Carlos de Inglaterra y Camila de Cornualles y Eugenia y Beatriz de York . Así, el Royal Enclosure, es el único lugar donde se cumple con el protocolo en Ascot.