Blanco para las noches de gala

Catalina de Cambridge lució esta semana un vestido blanco de encaje y la tiara «Lover’s Knot» de Diana de Gales

REUTERS

María Luisa Funes

La Duquesa de Cambridge acudió hace tres días a la recepción de Buckingham Palace para el cuerpo diplomático británico. Lo hizo vestida con un luminoso modelo de tul de Jenny Packham , con escote asimétrico y en color blanco. Aunque la Reina Isabel ha llevado vestidos largos en este tono en numerosas ocasiones, no era hasta recientemente habitual que reinas, princesas y otras personalidades utilizasen en noches de gala un tono reservado a las novias en el día de su boda.

Y es que el blanco de la novia es una tradición que se impuso poco a poco en occidente tras la boda el 10 de febrero de 1840 de la Reina Victoria con su primo Alberto de Sajonia Coburgo . El origen del tono blanco en los vestidos de novia tiene más que ver con una moda impuesta involuntariamente por ella que con el reflejo de la pureza. Victoria, de hecho, escogió un vestido de encaje blanco -muy de moda desde Napoleón y Josefina- para apoyar a las artesanas del Reino Unido. Las tejedoras de Honiton, en Devon, competían con las imperantes modas de los encajes venecianos, de Valenciennes y de Bruselas, y la Reina las apoyó al encargar un vestido cuyo tejido elaboraron unas 200 costureras durante 9 meses a mano, en talleres que rivalizaban con las recién aparecidas maquinas tejedoras.

Distinción

La Reina Victoria fue la primera novia en pedir que ninguna otra invitada llevase el mismo tono en su gran día. También resultó novedoso que siendo la reina escogiese llevar una corona de flores a su boda, en lugar de alguna de sus muchas diademas y tiaras. Aunque Mary, la reina de los Escoceses, ya había vestido de blanco en su boda, allá por 1558, Victoria ideó el complicado dibujo de su vestido, cuyo bosquejo fue destruido tras la boda para que no se replicase. Fue moderna al reutilizar distintas partes de su vestido posteriormente: pidió cubrir su rostro con su velo de novia al ser enterrada y muchos de sus nietos se bautizaron vestidos con una casulla hecha con encaje de su traje de novia.

Victoria Eugenia el día de su boda

En el duelo

Sissi emperatriz

Antes de la Reina Victoria de Gran Bretaña, el blanco había sido a menudo un color de duelo durante siglos. En las bodas también se usaba en ocasiones, pues tejer usando hilo de un blanco puro era difícil, costoso y requería además un extremado cuidado para no ensuciar la tela, algo que iba ligado a tener un cierto estatus . Se podría decir de este modo que, mientras que en países asiáticos como China o la India el rojo era y es el color de la novias, en Occidente el blanco se utilizaba a menudo para diversas celebraciones con la intención de «fardar» de posibles. Además, la emperatriz Isabel de Austria , Sissi, y la emperatriz de los franceses, Eugenia de Montijo , utilizaban con frecuencia el encaje y el blanco en sus vestidos de gala de noche.

El precioso vestido que Catalina de Cambridge llevó esta semana en la cena de gala en Buckingham, con lentejuelas bordadas y escote plisado, se coronó con una pieza que no se había visto en bastante tiempo. Se trataba de la tiara « Lover’s Knot » -o nudo de los enamorados-, una de las piezas favoritas de Diana de Gales , que combina diamantes y perlas en forma de lágrima. La diadema, elaborada en 1913 en la prestigiosa joyería británica Garrard, fue un encargó de la Reina Mary . La fría y distante Mary le cedió la diadema a su nieta, la Reina Isabel, quien a su vez se la prestó a su nuera Diana, hasta que ésta se divorció del Príncipe de Gales en 1997.

Máxima de Holanda

Comparada con grandiosas joyas de la Reina de Inglaterra, la tiara «Lover’s Knot» no es especialmente original, pero el hecho de que Diana de Gales la hiciese suya durante años e incluso posase con ella para Mario Testino en unas fotografías que dieron la vuelta al mundo, ha hecho que Catalina de Cambridge la haya escogido para varias ocasiones importantes. Ya la había llevado con anterioridad en la cenas oficial que tuvo lugar durante la visita de los Reyes de Holanda a Londres o en la gala que selló el viaje oficial de Don Felipe y Doña Letizia al Reino Unido.

Meghan Markle Paul Edwards/The Sun

Vuelta a la escena

Catalina retoma el blanco para las galas de noche, si bien Meghan Markle ya lo había hecho este verano en Australia y la Reina Máxima se ha lanzado a los brazos del «no-color» en varias cenas de Estado. Confirmado: el blanco vuelve a escena de noche, con novia, sin novia, con trono y sin trono. Y de Dior a Zara, no hay casa de modas que no plague sus colecciones de vestidos largos en «blanco de gala».

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