Exposición en el Museo del Diseño de Barcelona
'Balenciaga. La elegancia del sombrero'
El 17 de junio se inaugura la primera exposición internacional sobre los tocados del gran maestro de la moda Cristóbal Balenciaga. La muestra viajará el 27 de octubre al Museo Balenciaga de Guetaria
Cristóbal Balenciaga (Guetaria, 1895-Javea, 1972), hijo de un pescador y de una modista, tuvo la valentía, con tan solo 13 años, de confeccionar un vestido a la marquesa de la Casa Torre , la primera persona de la aristocracia que creyó en él. Fue el comienzo de un éxito imparable tanto en España como en Londres y en París, donde tuvo que emigrar por la guerra civil.
Balenciaga se convirtió en el mejor diseñador de todos los tiempos, en uno de los más destacados e influyentes creadores de moda del siglo XX, que vestía a sus clientas de los tobillos (no hacía zapatos) a la cabeza. Sí, a la cabeza. Una faceta, la de sombrerero, bastante desconocida.
«Realmente la visión de Cristóbal Balenciana a la hora de crear no
era solo hacer un vestido, él pensaba en la silueta completa de la clienta. Para cada diseño creaba un sombrero», confiesa Igor Uría , comisario, junto a Silvia Ventosa , de la exposición «Balenciaga. La elegancia del sombrero», que desde el próximo 17 de junio y hasta el 3 de octubre se puede visitar en el Museo del Diseño de Barcelona . La muestra viajará el 27 de octubre al Museo Balenciaga de Guetaria.
Es esta la primera exposición internacional centrada en sombreros y tocados de Balenciaga, que se crearon en los departamentos de sombrerería de la casa de alta costura de París y Madrid desde finales de los años 30 hasta el cierre de los mismos en 1968. La muestra cuenta con 87 tocados, 78 de los cuales son individuales y 9 se exhiben junto con los vestidos para los que Cristóbal Balenciaga los diseñó.
En 1937 toma las riendas del departamento de sombrería Wladzio d’Attainville hasta su muerte en 1948, cuando el diseñador es el encargado personalmente del diseño.
«De volúmenes depurados, creados mediante formas muy simples,
casi abstractas, siendo auténticas esculturas, pues él era un gran conocedor de los tocados históricos, que actualizó y puso de moda», define así la obra del diseñador vasco Silva Ventosa , conservadora de tejidos e indumentarias del Museo del Diseño de Barcelona.
La mayor parte de los diseños que aporta el Museo del Diseño de Barcelona a esta exposición fueron donados por Anna María Torra de Gili , que tenía una gran colección de sombreros y vestidos del diseñador vasco. «Su nieta no recuerda a su abuela con sombreros, aunque sí había muchos por su casa».
«No puedo descatar uno de todos los tocados que se exhiben –afirma de Silva Ventosa –, pues están todos tan bien hechos que realmente son esculturas únicas». Esculturas con la firma de Balenciaga e Eisa , su segunda firma, en honor a su madre».