Arranca el juicio del caso Balenciaga, una historia de corrupción y amor
El exalcalde de Guetaria niega que favoreciera al arquitecto Julián Arguilagos, con el que mantenía una relación sentimental, en la construcción del museo
Doce meses después de lo estipulado, el Juzgado de lo Penal número 2 de San Sebastián inició ayer el juicio por el « caso Balenciaga », en el que se depurarán responsabilidades por las irregularidades cometidas en la construcción de un museo dedicado al modisto guipuzcoano en Guetaria que fue inaugurado en 2011. En el banquillo de los acusados se sientan, entre otros, el exalcalde del PNV del municipio, Mariano Camio , para el que la Fiscalía pide ocho años de cárcel por su gestión al frente de un proyecto «tasado» en 4,8 millones de euros pero que finalmente costó 30 millones.
Con semblante serio y voz afligida se presentó este martes en el juzgado donostiarra el exalcalde de Guetaria, que aseguró tener la «conciencia muy limpia» pese a la acusación que pesa sobre él. « Espero que termine la injusticia , porque 12 años son bastantes», manifestó ante los medios de comunicación.
No son ligeras las cargas que le imputa la Fiscalía, que sostiene que Camio trató de enriquecer de forma ilícita a otro de los acusados, el arquitecto cubano Julián Argilagos , con el que mantuvo una relación sentimental. Aunque es cierto que tampoco se le esperaba, no dejó de ser relevante la ausencia de este último en el juicio de ayer, dado que se encuentra en situación de búsqueda y captura. El Ministerio Público solicita para él otros cuatro años de prisión.
«Asalto al poder»
Entre otras irregularidades, la acusación sostiene que el contrato de Argilagos contenía «cláusulas no habituales» que incrementaban sus honorarios de forma fraudulenta. De hecho, según los datos que maneja el Ministerio Público, el trabajador se llegó a embolsar más de un millón de euros para un proyecto que en principio no debía superar los cuatro millones. Supuestamente, el acuerdo también le permitía residir en Miami sin que disminuyeran sus «derechos retributivos», lo cual hizo necesaria la contratación del tercer implicado en el caso, el también arquitecto Rolando Paciel, para quien se reclama una multa.
Acusaciones que en la sesión de ayer negó el exalcalde de Guetaria, que aseguró que Argilagos era la «persona más adecuada» para la realización de la obra. También restó importancia al hecho de que el arquitecto no convalidara su título en España: « Frank Gehry no tiene el título homologado en España pero hizo el diseño del museo Guggenheim», alegó Camio, que achacó su destitución de los cargos que ocupaba en la Fundación Cristóbal Balenciaga y la sociedad Berroeta Aldamar a un «asalto al poder». El juicio continuará este mismo miércoles, cuando tomarán la palabra diversos testigos.
Desapariciones
El caso tiene todos los ingredientes de una buena novela de intriga: una historia de amor, un prófugo de la Justicia, artimañas políticas y corrupción. Todo ello envuelto en el suntuoso velo de la marca Balenciaga, enseña de la alta costura vasca. Del juicio han quedado apeadas, por la prescripción del delito, las desapariciones de diversas piezas del modisto , entre ellas pañuelos, guantes, medias y 35 láminas con 139 diseños que supuestamente fueron regaladas por Camio a esposas de diversos dirigentes guipuzcanos del PNV.
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