Andrés Courrèges, el diseñador que revolucionó la moda con su mirada futurista
Falleció la semana pasada en París. Introdujo arriesgadas formas geométricas y materiales como el PVC
En lo que va de año han muerto los dos grandes inspiradores del estilo sideral de la moda de los años 60 y 70: André Courrèges y David Bowie . El fundador de la casa francesa de modas ha desaparecido a los 92 años en su casa de Neuilly-sur-Seine, tras una larga enfermedad degenerativa. Junto a Pierre Cardin, Paco Rabanne, Mary Quant, Emilio Pucci e Yves Saint Laurent, formó parte del grupo de modistos que revolucionó la moda en los 60.
Como a tantos otros niños, a André Courrèges su padre le había obligado a decantarse por una carrera seria: la ingeniería. André incluso llegó a ser piloto de las Fuerzas Armadas francesas durante una época. Esta formación inicial, le marcó para siempre. Cuando por fin se liberó y comenzó a trabajar como creador de moda, su punto de vista quedó para siempre orientado hacia la técnica , el minimalismo y los inventos aeronáuticos.
Siempre rodeado de mujeres, en su showroom, en casa o en la tienda, André solía vestir con pantalones ceñidos en rosa palo o blanco y gafas siderales transparentes de gran tamaño. Un look que años más tarde le ha copiado al detalle el diseñador industrial egipcio Karim Rashid. André supo crear un universo puro, casi de laboratorio, relativamente similar al del Pierre Cardin de sus inicios, del que salían piezas cómodas y ponibles: «Deseo que con mi ropa, la mujer pueda vivir intensamente, correr y bailar , por eso me ocupo de que los bajos de faldas y abrigos sean amplios».
Con la ayuda de Coqueline, su mujer, a la que conoció trabajando en un atelier, y con su experiencia inicial como ayudante de Balenciaga, Courrèges montó su propia casa en 1961: de hecho, fue el maestro de Guetaria quien se convirtió en su mentor y mecenas, ayudándole a financiar su primer taller en un pequeño apartamento de la Avenue Kléber. Coqueline, la parte práctica del dúo Courrèges, una mujer rápida, inteligente, guapa y delgada, sirvió a menudo de inspiración a André.
Diseños rompedores
Crearon el look de la Fille de Lune (chica de la luna, en francés), con vestidos en PVC, gafas blancas y calzado futurista . Idearon la petite robe blanche, el vestidito blanco en contraposición al negro de Chanel y las botas Go-Go planas, de charol a media caña. Idearon parcas y ropa de gimnasia, playa y baño, áreas en las que fueron los pioneros. Y aún hoy se discute si fue André o Mary Quant quien inventó la minifalda.
Durante los años 70, comenzaron a crear moda para hombres y una exitosa colección de perfumes. Se convirtieron en una de las marcas más copiadas, y entonces André decidió: «si nos van a copiar otros, mejor nos copiamos nosotros mismos» Y dejaron la alta costura para adentrarse en el Prêt-à-Porter, más fácil de pagar por las más jóvenes: «Quiero conseguir prendas a 300 y 600 francos, así que vamos a minimizar el cosido a mano, cancelar las pruebas de ropa y utilizar más la tecnología».
S upo convertir el pantalón en prenda de vestir femenina , no solo en un recurso de sport, conquistando con sus creaciones a Jackie Kennedy , Rose Kennedy, la duquesa de Windsor, Audrey Hepburn o Catherine Deneuve. La película francesa «La Piscine», filmada en 1969, mostraba a una bellísima Romy Schneider enteramente vestida por Courrèges. En 1973 realizó los uniformes de las azafatas de la desaparecida línea aérea UTA y vistió el coche Matra Bagheera por dentro y por fuera.
Durante los años 80 el nuevo estilo imperante y la cesión de licencias en exceso, les llevó a un declive y a varios procesos judiciales. En 1993 contrataron a Jean-Charles de Castelbajac para que se ocupase de la costura , pero el creador solo permaneció un año en el puesto y la marca quedó en un limbo de actividad. Ni siquiera su deficitaria situación económica, les hizo ceder a la tentación de aceptar las ofertas de compra que recibieron por su querida marca de parte de LVMH o PPR.
Un persistente dúo de inversores, antiguos directivos de una agencia de publicidad, ajenos a la moda y sin experiencia previa en el sector, se hicieron con la marca en 2011, tras varios años conquistando a Coqueline. Han nombrado a Sébastien Meyer y Arnaud Vaillant como directores creativos. Sus enormes activos son el legado de 25.000 maravillosas piezas en los archivos históricos de la fábrica de Pau y una marca limpia, que desde hace años descansaba en un letargo de bella durmiente en la tienda de la rue François 1er, vestida de charol y botas de media caña. Ahora que Courrèges se ha ido, su marca renacerá con más fuerza. Acaba de nacer el mito.