Adiós a Pierre Cardin, el visionario rebelde de la moda
El pionero del prêt-à-porter y la estética futurista falleció ayer a los 98 años en París
La moda del siglo XX ha perdido a uno de sus grandes artífices . Revolucionario, precursor de la alta costura de su tiempo y con un legado que se mantiene vigente en más de cien países a través de sus licencias. La familia del maestro Pierre Cardin anunció ayer por la mañana su fallecimiento a los 98 años en el hospital Americano de París.
Cardin nació en Italia, en Sabt’Andrea di Barbaranna, en 1922, en el seno de una familia muy numerosa (diez hermanos) y modesta, que emigró a Francia cuando el niño tenía 6 años, instalándose en una ciudad minera, Saint-Etienne, que más tarde acogería a mucha emigración española. Sintió muy pronto la vocación de la creación artística y el diseño. «Subió» a París en bicicleta, para comenzar su carrera como aprendiz muy ambicioso, que no tardaría en relacionarse con grandes personalidades, del arte, la literatura y la alta costura, como Jean Cocteau, que le hizo un encargo capital en su carrera: los trajes y máscaras de una película legendaria, «La Bella y la Bestia».
Era el principio de una carrera vertiginosa. Trabajando, muy pronto, con Christian Dior , sus creaciones y talento comercial triunfaron con relativa rapidez. Copartícipe en el lanzamiento muy temprano del new look de la inmediata segunda posguerra mundial, Cardin abrió con rapidez sus primeras «boutiques», chocando con los maestros establecidos, a quienes terminó imponiendo una osadía muy personal: contra las tradiciones inmediatas y contra la burocracia de la Cámara sindical de la alta costura parisina.
Con otro emigrante (español), Paco Rabanne , y otro maestro, André Courrèges, Cardin creó un rosario de temporadas futuristas que influyeron de manera importante en los nuevos rumbos de la alta costura, rompiendo tradiciones, contando con el apoyo entusiasta de una cierta élite del periodismo de moda parisino y neoyorquino.
Entre los años 60 y 70 del siglo pasado, Cardin se convirtió en una figura universal, «rupturista», no solo en el terreno de la moda sino en la creación de un nuevo mercado mundial.
Sus amores
En el plano íntimo, Cardin comenzó viviendo con una modelo japonesa, Hiroko Matsumoto , antes de pasar cuatro años con Jeanne Moreau , su compañera más célebre, para terminar confesando y «decidiendo» vivir plenamente una homosexualidad «libre».
Ambicioso, gastrónomo, creador, coleccionista, Pierre Cardin lanzó sucesivas tendencias nacionales, europeas, internacionales, convirtiendo su talento creador en una mina de oro, a través de una tela de araña de licencias internacionales. Comenzó vendiendo alta costura, para imponerse automáticamente en el prêt-à-porter.
Gran señor de origen italiano, se compró un legendaria palacio, en Venecia, y el castillo del Marqués de Sade, en Lacoste (Vaucluse). En París, creó el Espacio Cardin e intentó «modernizar» un clásico parisino, Maxim’s, que no pudo salvarse del ocaso final.
Millonario cosmopolita, con una fortuna evaluada en centenares de millones de euros , Cardin también fue respetado como hombre de cultura, académico de Bellas Artes. Hasta que su gloria artística y personal se transformó en una leyenda, y como tal evocada en numerosos museos europeos, americanos y asiáticos. Los honores tejerán pronto la corona de su gloria cosmopolita.