mbfwm. primavera-verano 2016
Teresa Helbig brilla con luz propia
Sus prendas tienen ese buen hacer que gusta tanto a las mujeres, porque no es empalagosamente dulce, es sencillamente elegante
La sensualidad y elegancia que ha desplegado Teresa Helbig sobre la pasarela con su colección «Chinoiserie» no es nueva. Sus prendas tienen ese buen hacer que gusta tanto a las mujeres, porque no es empalagosamente dulce, es sencillamente elegante.
Impregnada por ese movimiento que se desarrolló en la Francia del siglo XVII con la influencia de la cultura china, el movimiento chinoiserie, la diseñadora catalana no presenta una colección dulce, con toques chinos.
Fiel a su forma de trabajar, de forma artesana y cuidada , con ricos tejidos, la diseñadora en esta ocasión han ido un poco más allá al tatuar sobre el napa estampados orientales . Además han presentado prendas en georgette, crepé de seda, blonda, tul, en unos colores pastel.
La colección la componían vestidos con la espalda descubierta, de faldas tableadas y ajustados a cintura, donde se podían apreciar una influencia años 20 ; trajes chaquetas en verde jade que manifestaban su influencia japonesa en los cinturones obis, al igual que se veía esa influencia en las mangas de algunos vestidos de pedrería; monos; faldas de vuelo con tirantes...