La musa asturiana de la «maison» Givenchy

Se llama Mar González, es de Oviedo, tiene solo 18 años y ya ha conquistado París abriendo el desfile de la mítica casa francesa

La musa asturiana de la «maison» Givenchy givenchy

martín bianchi

Hubert de Givenchy, alumno aventajado de Cristóbal Balenciaga y amante confeso de la cultura española, puede darse por satisfecho con el nuevo fichaje que ha hecho la «maison» que él fundó en 1952. Riccardo Tisci, su sucesor en la dirección creativa de la firma, ha quedado prendado de una asturiana de rostro angelical y 1,80 metros. Su nombre es Mar González, tiene 18 años y desde la semana pasada está en boca de todos tras haber abierto el desfile de la colección prêt-à-porter otoño/invierno 2015-2016 de la casa fetiche de grandes señoras del siglo XX como fueron Audrey Hepburn o Elizabeth Taylor.

«La primera vez que vi a Riccardo Tisci fue hace unos meses al hacer el casting para un contrato de exclusividad con Givenchy. Desde el primer momento estuvo muy amable conmigo», explica González a ABC. «Si soy sincera, todavía no me termino de creer que haya abierto su desfile en la Semana de la Moda de París y que haya compartido pasarela con supermodelos como Joan Smalls o Natasha Poly. Ha sido inolvidable», reconoce el nuevo talento de la agencia Uno Models.

Antes de las pasarelas, González ya destacaba como gimnasta rítmica. «Pero desde hace dos años ya no soy gimnasta. Lo bueno es que al haber practicado esta disciplina durante tantos años me es más fácil mantenerme en forma», aclara la joven, que apenas acabó el bachillerato se subió a la pasarela de la pasada edición de 080 Barcelona. Seis meses después, firmó un contrato para desfilar exclusivamente para Givenchy.

«La gimnasia y la moda son dos cosas muy distintas, pero en ambas hay que trabajar duro. Lo que ocurre es que en la gimnasia rítmica se puede avanzar a base de esfuerzo y entrenamiento, mientras que para triunfar como modelo también hay que tener suerte y estar en el momento correcto, en el lugar adecuado», explica. Su momento correcto en el lugar adecuado fue ese casting en el que conquistó a Tisci, uno de los diseñadores preferidos de divas internacionales como Lady Gaga y Madonna.

El debut de González en la Ciudad de la Luz todavía está fresco en la mente de los cazatalentos que prometen abrirle las puertas de este negocio. Por eso se quedará a vivir en París, cuna de la moda. «Es uno de los mejores lugares para empezar, porque existen muchas más posibilidades para las caras nuevas como yo. Para trabajar en España se necesita más experiencia y ser un poco más conocida», se lamenta.

Mientras muchos españoles de su edad solo ven un futuro incierto, González vislumbra una prospera carrera. «Me siento muy afortunada, no sólo por tener trabajo, sino por tener éste en concreto», dice. Aunque no está dispuesta a abandonar sus estudios: «Voy a ir a la Universidad para poder tener varias opciones». Bella y precavida.

La musa asturiana de la «maison» Givenchy

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