La moda, el show y las patochadas
Ayer desfilaron algunas de las grandes casas de moda, entre otras Chanel y Valentino
Como se suele decir en el mundo de la moda, si un modisto no presenta una buena colección, «al menos que ofrezca un buen show». Se espera de la moda que sea algo entretenido, ya que en su esencia están grabados el cambio, la tendencia y el factor sorpresa. Pero algunas grandes marcas deberían saber que no necesitan el ridículo para triunfar.
Chanel, como siempre, sumó show y novedades a una colección muy variada. Como lleva haciendo varios años, Karl Lagerfeld presentó ayer su colección en un escenario que replicaba la vida real. En otras temporadas, se había tratado de un supermercado ficticio o de una manifestación callejera teatralizada. Ayer, se replicó el ambiente de un café parisino, con elegancia y originalidad: la barra, las bebidas, la fruta en el mostrador… Los modelos presentados se inspiraban en distintas décadas, luciéndose desde el extra largo de los años veinte hasta el vestido minifalda de los 60. Sorprendieron algunas combinaciones poco ortodoxas que el káiser se puede permitir, como por ejemplo el look «clochard» – vagabundo- que mezclaba una falda de grandes cuadros escoceses con jersey de rombos azules y abrigo en tejido desfilado. Algunas de las chaquetas eran excesivamente voluminosas y otras parecían imitar las casacas de domador de circo, pero todo eso forma parte del factor sorpresa de cada temporada. Las faldas, los vestidos, los tejidos y los zapatos eran muy Chanel, impecables y apetecibles.
En cambio, Valentino, con una colección impresionante por su variedad y calidad, cayó en la trampa del show facilón, de la patochada innecesaria. La casa, que actualmente cuenta con el excelente dúo creativo que forman Maria Grazia Chiuri y Pierpaolo Piccioli, presentó una magnífica serie de prendas para el día, en blanco, negro y damero. Muy en la línea de Valentino, exhibieron una gran selección de vestidos de noche, inspirados en los países bálticos, las princesas rusas de cuento y motivos geométricos de caleidoscopio. Pero al finalizar el desfile, hicieron aparición en la pasarela los actores Ben Stiller y Owen Wilson , conocidos por su vis cómica y sus roles en películas taquilleras. Con gestos de comicidad e incluso lanzando la ropa por los aires, estropearon un desfile por lo demás impecable. Su objetivo, promocionar la nueva entrega de su famosa película , Zoolander, que protagonizarán juntos el año que viene. ¿Qué pensará el fundador de la casa, Valentino Garavani, de semejante numerito? Este cameo, supone una promoción para el cine , si bien no tanto para la moda. Ni Valentino, ni Chiuri, ni Piccioli, necesitan el chiste fácil para imponerse.
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