Rendidos ante Giambattista
Hermès estrenó creadora, Stella McCartney impuso su particular sello y Valli reinó a sus anchas

Giambattista Valli va a por todas. El romano, consolidado como creador de primera magnitud en la Alta Costura y con una segunda línea desde hace meses, confirma ahora su éxito con la nueva línea principal de prêt-à-porter. Muy inspirado en su ídolo, Yves Saint Laurent, Valli ha vuelto a asombrar con su capacidad de retomar distintas décadas y sacarles jugo. Giambattista, que comenzó en Roma con Roberto Capucci, pasó más tarde al equipo de diseño de Fendi y Krizia. Pero fue durante sus años en Ungaro, cuando más profundizó en el prêt-à-porter de primer nivel y la alta costura.
En 2005, se lanzó valiente a crear su propia marca. El éxito le ha ido llegando paulatinamente. Desfiló en París y, tras unos años vendiendo desde su taller, abrió tienda propia a pie de calle. Siguiendo el ejemplo de Yves Saint Laurent, Valli propone colecciones completas: le interesa controlar el total look. Ofrece ropa, zapatos, bolsos e incluso pieles y joyería. El año pasado, inmerso en la sociedad internacional y con clientas de renombre, lanzó su segunda línea, llamada Giamba, que si bien no ha sido un éxito tan fulgurante como la principal, supone una decidida mirada hacia delante.
En los últimos años, Giambattista Valli ha hecho realidad el sueño de cualquier modisto, viendo cómo actrices y realeza eligen sus prendas para la alfombra roja y las noches de gala. Sarah Jessica Parker, Amal Alamuddin, Diane Kruger o Julianne Moore, son algunas de sus clientas. E incluso la reina Rania de Jordania, muy aficionada a la moda italiana, se ha dejado tentar por sus propuestas.
Su colección de ayer, presentaba algunas de sus siluetas fetiche: pantalones de gran caída y bajos anchos, abrigos ceñidos, originales prendas de piel y vestidos delicados. Domina las prendas sencillas, en las que el corte y el material son primordiales; pero también se impone con sofisticadas prendas de demi-couture. Incluso se atrevió a ofrecer una excelente versión del histórico vestido «Mondrian» de su admirado Saint Laurent. Imparable, lo quiere todo.
Stella McCartney eligió para su desfile la Ópera Garnier de París, un edificio sofisticado que contrasta de modo abrupto con sus colecciones. Las maderas doradas y terciopelos rojos del Palacio Garnier hacen que sus prendas impacten más. Muy en su línea, deleitó al público con una buena conjugación del béis, el gris y el negro en distintos estilos. Predominó su toque casi deportivo en los trajes de líneas depuradas para el día. Para la noche, macedonia de escotes y una original serie de vestidos largos con dibujo floral de punto.
Hermès se estrenó nueva creadora. Fue un desfile con prendas de magnífica factura, en su habitual estilo sport chic, que no suele sorprender, ni lo pretende. La nueva directora creativa de la casa, Nadège Vanhee-Cybulski, tiene experiencia previa en marcas que elaboran colecciones de apariencia sencilla, pero de corte y materiales muy sofisticados, como The Row, Celine y Martin Margiela. En su estreno, Vanhee-Cybulski ha cumplido con las expectativas.