Ponga un Pedroche en su vida

Desde el éxito del vestido transparente de Cristina Pedroche durante las campanadas, en moda hay muchos que han decido incluir un modelo similar. Tal fue el caso de Juana Martín en su desfile del domingo y de Esther Noriega en su desfile de ayer. Noriega presentó unos vestidos de noche muy variados con reminiscencias de los años 60 y 70. Gustó especialmente su vestido de volantes cortos de lunares con top semi transparente. El resto de su colección fue discreta, y en tonos neutros. Ulises Mérida jugó con muselinas verdes muy vaporosas en sus vestidos largos y con neopreno y cuero negro en su ropa de día. Nada nuevo bajo el sol, pero bien ejecutado.

Ángel Schlesser, siempre elegante, ofreció una propuesta muy sensata y comercial para el día. Tejidos de primera, un corte apurado, y todo el rigor de este santanderino que lleva triunfando 25 años en la pasarela madrileña con sus colecciones de mujer. Especialmente elegantes, el vestido blanco con motas negras en punto y viscosa, el traje de chaqueta y pantalón verde y, como punto más romántico, la falda de tubo con apliques de flores acompañada de jersey color mostaza. Cortes militares y faldas trapecio. Su vestido de noche en tono Dijon, dio la nota por sencillo y magistral.

En su tónica habitual, Amaya Arzuaga jugó bien con los volúmenes y las superposiciones de tejido. Su punto fuerte, la forma de campana y las capas superpuestas. Los tonos, azules fríos y negros en lana y un original neopreno de red. Algún vestido recordó al estilo Sybilla. Nuestro favorito, el modelo combinado con gran capa beige replicando el nido de abeja.

Ana Locking presentó una colección fría, original y variada. Mezcla de amarillos, verdes y azules en las prendas, acompañadas por pieles falsas hechas en lana coloreada. Camisetas semi deportivas mezcladas con faldas asimétricas con grandes aperturas, gorros de apreski imitando a pelo de zorro en degradé y mitones compañeros. Una colección alocada, pero entretenida de ver. Un original frontal en el vestido largo negro de escote palabra de honor.

El desfile de Modesto Lomba para Devota & Lomba jugó con pocos colores y con un estilo estricto, algo habitual en el creador de Vitoria. Sentaron el tono de la colección las botas altas de inspiración hípica en pelo y los maletines de corte masculino en distintos tamaños y dibujos. Lo mejor, el abrigo-capa en paño beige con un original cierre central.

Y como cierre, Juanjo Oliva, quien completó un desfile con dos series. La primera, de piezas más particulares, destacaba por sus elegantes vestidos largos y de gran caída: modelos con lunares y un mayestático vestido lila de cuello alzado lucieron en la pasarela. Los verdes y los grises, muy conseguidos. Nuestra favorita, la falda plateada de corte trapecio con camisa negra transparente con pechera y lazo. La segunda serie, toda en blanco y crudo, parecía hecha de delicioso chocolate blanco, con inspiración en Halston y Ford. Los interiores de capas y vestidos, iban forrados de negro, creando un delicado contraste.