Fauna, flora y aires balcánicos
Las casas de moda han seguido prescripciones de los estudios de tendencias, llenando la pasarela de una variada fauna y flora
Elie Saab. Entre olivos y helechos, como en su Líbano natal, situó Elie Saabsu desfile de alta costura para verano, en la tercera jornada de la Semana de la Alta Costura de París. Enorme colección de prendas extremadamente femeninas, que probablemente sean el sueño de toda princesa árabe. La procesión de vestidos largos, variados en colores y formas, sería una opción estelar para las actrices de Hollywood en la alfombra roja.
La música actual dio paso a melodías árabes de gran elegancia, para acabar con un tema de Chris Martin, exmarido de Gwyneth Paltrow. La pasarela replicaba un jardín libanés durante la noche. Lo único que se iluminaba eran los vestidos de Saab, acertados e impecables, siempre muy en la línea del creador, que no deja los cristales Swarovski ni las transparencias.
Siguiendo la tendencia de este año, muchos vestidos tenían flores bordadas sobre telas etéreas. Incluso enormes mariposas de tela cosidas plagaban un par de modelos. Aunque casi todos los vestidos tenían una gran caída y utilizó bien el escote palabra de honor con volante hacia abajo, el cierre del desfile lo protagonizó la novia, una enorme menina vaporosa casi idéntica a la del desfile de Stephan Rolland. Fauna y flora.
Gaultier. Entretenido y correcto, Jean Paul Gaultier ha mostrado que se puede ser creativo con una colección ponible. Jugando con el blanco y el negro, el francés ha mostrado maravillosos conjuntos de pantalones de noche y sofisticados abrigos largos de gran caída, una alternativa actual para ir de gala. Tules, vuelos, satén y moaré se han combinado con maestría y originalidad sin perder un punto de elegancia. Las modelos, en algunos casos con más de 40 años, llevaban accesorios muy originales. Sin ir más lejos, algunos vestidos iban acompañados de un sombrero-tocado que replicaba las máscaras protectoras de los apicultores. Y para cerrar el desfile, la incombustible Noemi Campbell, vestida de bouquet floral: una orquídea rodeada de satén. De nuevo, fauna y flora.
Viktor & Rolf. Veinte veces han repetido los creadores belgas el mismo modelo de vestido. Se trataba de una prenda de corte floral en todos los sentidos. No en vano, «Flowerbomb» es el nombre de uno de los más exitosos perfumes de la marca. Y una auténtica bomba floral ha sido la colección de Viktor & Rolf. Cada modelo constaba de varias capas, unas dentro de otras, como si de los pétalos de una flor se tratase. Con tules y gran volumen, las piernas de las modelos hacían función de tallo. Las telas utilizadas replicaban un dibujo floral impreso en un sinfín de combinaciones de colores. Y en la cabeza, sombreros y tocados de paja, con los acabados más rústicos y surrealistas del día. Flora, flora y flora.
Valentino. Maria Grazia Chiuri y Pier Paolo Piccioli son un tándem impecable, dignos sucesores de Valentino Garavani. Con tocado eslavo de trenza entorno a la cabeza, las modelos han lucido un despliegue de prendas en rojo y negro. El rojo, más oscuro que de costumbre, se interpretaba con prendas de los Balcanes: chalequillos en terciopelo y cuero sobre vestidos largos, mandilones de tejidos gruesos bordados con dibujos geométricos y camisolas de hortelana búlgara. Los vestidos largos, uno de los puntos fuertes de la casa, eran una versión sencilla y brillante del vestido «Natasha» de Guerra con un toque sublime de reina ortodoxa de otros tiempos. Aires balcánicos.