Antonio Garrido: «Hacer de malo en el cine y la televisión es terapéutico»

El actor que interpretó a Augusto Lloveras en «Amar en tiempos revueltos» viene a Sevilla con la obra «Nuestras mujeres»

Antonio Garrido en Salteras (Sevilla) JUAN JOSÉ ÚBEDA

M. J. PEREIRA

Antonio Garrido nació en Sevilla en 1971 y se crió en el barrio de San Lorenzo, pero ha estado siempre muy vinculado a la localidad de Salteras, donde ha veraneado. Conocido por papeles como el de Augusto Lloveras en «Amar en tiempos revueltos» o el de padre inseguro en «Los protegidos» , ha tocado todos los palos: desde el cine al teatro pasando por la televisión, donde presentó conocidos concursos, como «Identity» o «¿Quieres ser millonario». Ahora su agenda está completa. De lunes a viernes rueda con Fernando Guillén Cuervo una serie para TVE inspirada en el semanario «El Caso» -que se estrena en marzo- y los fines de semana está de gira con la obra de teatro «Nuestras mujeres» , en la también intervienen Gabino Diego y Antonio Hortelano. Esa obra estará en Sevilla del 3 al 6 de marzo en el teatro Lope de Vega. Tres días después comenzará el rodaje de una película de acción sobre una gesta realizada por el Ejército español en Afganistán. Los pocos días libres que le quedan son para su hijo de tres años, que vive con su mujer, Lucía Díaz, en Santiago de Compostela.

-¿Cómo lleva la popularidad?

-Ahora muy bien porque como no me reconocen con el bigote. Yo lo tengo muy asumido. En cuanto a los selfies, Clara Lago levantó mucha polémica cuando dijo que estaba harta de los selfies y las redes sociales la pusieran a parir. La gente no se da cuenta que cuando alguien te pide una foto para esa persona es el primer selfie, pero para ti es el vigesimoquinto y no se puede estar siempre amable y agradable. Yo me hago fotos con todo el mundo pero a veces estás cenando con tu pareja, tu familia o amigos y te interrumpen y.... se indignan si les dicen que no te importa cuando acabes de cenar. Hay una confusión y es que hay gente que piensa que el hacerse fotos y selfies eso va en el sueldo. Eso no funciona así. Hay un momento para cada cosa. Julio Anguita lo explicaba muy bien cuando una vez le dijeron que si la gente quería hacerse fotos con él es porque le querían y él respondió: no te confundas, se quieren a sí mismos, quieren la foto conmigo para colgarla por ahí.

-Está casado con la gallega Lucía Díaz Calvo, con quien tiene un hijo de tres años. ¿Su pareja forma parte del mundo del espectáculo?

-No, menos mal. Mi mujer vive con mi hijo en Santiago y nos vemos los fines de semana. Si tengo función de teatro ellos van a la ciudad donde esté actuando. Si no, ellos vienen a Madrid o yo voy a Santiago.

El actor sevillano rodará en marzo un largometraje sobre una gesta del Ejército española en Afganistán JUAN JOSÉ ÚBEDA

-Más delgado, con bigote, gafas y pelo corto tiene una imagen muy diferente a la que mostró en concursos televisivos y «Amar en tiempos revueltos». ¿Se debe a exigencias del guión?

-Sí. Ahora llevo bigote porque estoy rodando una serie para TVE ambiente en los años 60 sobre el periódico El Caso, que se emitirá en marzo. Se trata de casos reales novelados, con muy buena factura, con Fernando Guillén Cuervo y, con la sevillana Verónica Sánchez. La dirige uno de los mejores directores que hay ahora en España, que es Iñaki Mercero, el mismo que dirigió «El Príncipe», El tiempo entre costuras y «Los protegidos». La fotografía que está haciendo Tony Yebra. Muy mal lo tendremos que hacer para que la serie no funcione porque la serie tiene un pintón.

-Es ha evitado que le encasillen en los mismos papeles. Ha hecho de malo, de bueno, de padre torpe, de amante... ¿Ha sido algo intencionado o ha surgido sobre la marcha?

-No. A mí lo que más me gusta es interpretar a distintos tipos, aunque Woody Allen lleva toda la vida haciendo de Woody Allen lo mismo y mira dónde está (risas).

-¿Se siente mejor haciendo de bueno o de malo?

-Los buenos suelen ser los «prota» pero los malos son terapéuticos, como el papel que hice de Augusto Lloveras en «Amar en tiempos revuelto»s. Cuando terminé de roda esa serie , el director, Eduardo Casanova, me dijo: «Tengo que decirte que eres el mejor malo que ha pasado por aquí». Me encantaba representar a Augusto Lloveras porque estaba medio loco y representar ese tipo de personaje es terapéutico porque te permite hacer todo lo que no haces en la vida real y te vas para casa como Dios (risas).

-Al principio fue tímido en las redes sociales pero ahora parece que se ha animado y cada vez cuelga más cosas en Facebook?

-Bueno, lo hago con prudencia, aunque estoy pensando en crear un canal en YouTube porque el otro día colgué un vídeo y tuve 13.700 reproducciones y 50.000 visitas.

-¿Las audiencias le han quitado alguna vez el sueño?

-Sí, aunque la verdad es que yo siempre he tenido suerte. Yo puedo hacer mi trabajo lo mejor sé pero hay cosas que no dependen de mí. Puedes hacer una serie fantástica y después llegar el programador y decide darla a las tres de la mañana. Si quien mete la publicidad se le ocurre meter 40 minutos justo cuando de que yo dé el premio, la audiencia se cae. Si me vas a poner a competir contra la final de un Mundial de Fútbol, contra eso es difícil luchar.

-Dice que «no vale todo» en televisión pero lo cierto es que las audiencias son las que mandan y a veces se mantienen bodrios sólo porque lo ven mucha gente.

-Primero, tenemos que tener claro es que la televisión es democrática y a no obligan a verla. ¿Que es mala? Pues apágala y léete un libro, que no te pasa a nada. Segundo, en la tele no vale todo. Hay una figura que se supone que es el Defensor del Espectador, al igual hay organismos oficiales que deben velar para que hagamos una televisión de calidad. Lo que no podemos es competir con «Sálvame», que está poniendo basura. Yo, desde luego, no estoy dispuesto a hacer lo que sea por las audiencias.

-¿Con qué director le gustaría rodar y con qué artistas?

En cine me gustaría trabajar con Alberto Rodríguez porque es muy bueno, es colega y buen amigo. Me llamó para hacer una cosa en «El Traje» pero no pude y desde entonces «nunca mais». De los actores, me gustaría trabajar con Luis Tosar o Ricardo Darín.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación