Yolanda Hadid y sus años de lucha contra la enfermedad de Lyme
En su libro de memorias, la madre de la modelo Gigi Hadid explica cómo su dolencia acabó con su matrimonio
Hay quien estos días vive con una cámara a cuestas y cuenta, a los admiradores que le siguen, hasta los detalles más íntimos de su existencia. Ese es el caso de la pareja formada por Yolanda Hadid y David Foster . Ella es la madre de las supermodelos Gigi y Bella Hadid , mientras que él es uno de los productores musicales más importantes de Canadá. Sin embargo, la pareja es famosa en Estados Unidos porque protagoniza desde hace años un reality titulado «Real Housewives of Beverly Hills» o, lo que es lo mismo, cómo mostrar en la televisión y sin pudor la extravagante vida de los millonarios de Beverly Hills. El apellido Hadid pertenecía a su primer marido y padre de sus tres vástagos.
Yolanda tiene 53 años y en los ochenta fue una top model con una figura que no tenía nada que envidiar a las de sus hijas. La madre de las modelos nació en un pueblecito de Holanda , donde hacía las labores propias de una granja: ordeñar vacas, limpiar cuadras, hasta la muerte de su padre, que la obligó a salir al mundo y ser descubierta a los 16 años por un ojeador de la agencia Eileen Ford, que la llevó a Nueva York.
En 1994 conoció a Mohamed Hadid con quien se casó y tuvo a Gigi, Bella y el más pequeño de los tres hermanos, Anwar . Tras su divorcio de Mohamed, conoció a David Foster con quien se casó hace doce años, y de quien se separó por padecer la enfermedad de Lyme . «Convivir con un enfermo de una patología crónica a largo plazo es muy difícil, no solo para el enfermo sino también para la pareja. Con seguridad mi enfermedad cambió la dinámica de la relación», escribió Yolanda Foster en su libro de memorias «Belive Me: My Battle With the Invisibility of Lyme Disease» -«Créanme: mi batalla con la invisibilidad de la enfermedad de Lyme-.
«Intento bromear con la idea de que él se casó con un limón. Es triste pero cierto. Pasé de ser la novia divertida a convertirme en una mujer sin energía», confesaba. Para ella, los síntomas como el dolor de las articulaciones, el cansancio, el insomnio y la ansiedad son una lucha diaria y con la que tiene que enfrentarse de manera constante. «De pronto, toda mi vida giraba alrededor de mi enfermedad de la mañana a la noche. Se acabaron la música, las fiestas, las celebraciones. Todo se cerró. Dejé de participar de esa vida», admite en las líneas incluidas dentro de su desgarradora biografía. Durante toda una década, Yolanda asegura haber formado parte de un matrimonio feliz. «Tuvimos una hermosa historia de amor que recordaremos siempre. Por desgracia, no era lo suficientemente fuerte para soportar las circunstancias de la enfermedad».
Desgraciadamente, Yolanda comparte su dolencia con dos de sus hijos; Bella y Anwar , y los tres son conscientes de la importancia que tiene poder seguir un estilo de vida saludable a nivel físico y psicológico . «He cambiado mi dieta. Ahora mismo no tomo ni gluten, ni lácteos, ni cereales; nada que lleve azúcar, ni cafeína, ni alcohol, ni té verde. Es aburrido, pero me alimentaría de corteza de árboles durante un año si eso me salvase la vida», explicó emocionada Yolanda a la revista «People».
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