La vida al límite de Rafael Amargo: deudas, agresiones y supuesto tráfico de drogas
Está previsto que el artista preste declaración esta tarde. Su abogado denuncia irregularidades tras la detención del bailarín
Cuando a las siete y cuarto de la tarde del martes 1 de diciembre el bailarín Rafael Amargo salió de su casa, ubicada en la madrileña calle de la Palma (en el barrio de Malasaña) en compañía de su pareja, la también bailarina Luciana Bongianino , lo último que se imaginaba es que varios agentes de la Policía judicial procederían a su detención y al registro de su domicilio.
Según ha publicado ABC, el Grupo de Policía Judicial de la comisaría de Centro de Madrid, en la calle Leganitos, llevaba desde el pasado mes de marzo rastreando el origen de numerosas incautaciones de droga sintética en el barrio de Chueca, sobre todo de metanfetamina. El artista granadino, de 45 años, se dedicaba, supuestamente, a almacenar y distribuir los estupefacientes en la zona. Junto a él también fueron detenidos el productor de «Yerma», la obra que Amargo tiene previsto estrenar mañana 3 de diciembre en el Teatro de la Latina , Eduardo de los Santos , y un íntimo amigo. Se les acusa de organización criminal y tráfico de drogas, supuestamente.
Este periódico se ha puesto en contacto con Cándido Conde Pumpido , quien representa legalmente a Amargo y su pareja en este caso. El abogado denuncia irregularidades tras la detención del bailarín. «Le han interrogado sin estar yo presente. Lleva prácticamente 24 horas detenido sin que a mí me hayan permitido tener una entrevista reservada con él. Yo me planté ayer en la comisaría, hablé con ellos ochenta veces, les dije que quería tener esa entrevista. He tenido que ser yo quien llamara esta mañana porque ayer me tuvieron hasta las cuatro de la madrugada sin darme respuesta, para finalmente negarme un derecho fundamental que él tiene, que es el la asistencia letrada, que debe producirse desde el mismo momento de la detención y no cuando la Policía decida que le tienen que tomar tres días después declaración. Mientras, en ese tiempo, le van haciendo preguntas, van sacando datos y una serie de cosas que, si él se va a acoger a su derecho de no declarar, tiene que conocer las indicaciones de su abogado», ha declarado el abogado.
Está previsto que los agentes tomen declaración al artista a las cinco de la tarde del día de hoy para que mañana pase a disposición judicial, por lo que se espera que «Yerma» no se llegue a estrenar . Aunque desde el mundo del espectáculo solo hay palabras de admiración hacia su trabajo, lo cierto es que Rafael Amargo siempre ha sido un personaje controvertido, muy pasional y con un carácter muy fuerte.
«Ninguna sorpresa»
«Todas las personas que digan que esto les pilla por sorpresa, mienten. Esto es la crónica de una muerte anunciada», cuenta la artista Christina Rapado a ABC , quien hasta hace un año se consideró muy amiga de Amargo. «Evidentemente desconozco, y eso lo dirá la ley, el asunto del tráfico de drogas del que se le acusa, eso ya lo dirá el juez. Pero sí es cierto que a Rafael siempre le ha gustado vivir al límite, vivir el peligro », explica Rapado, al tiempo que recuerda cuándo y por qué terminó su relación de amistad con Amargo: «Fue las navidades pasadas. Estábamos preparándonos para ir a un fiesta donde habría gente muy importante del mundo del espectáculo, del cine y la cultura. Pero hubo una "explosión" terrible».
Lo que Rapado llama «explosión» fue una fuerte discusión, cuyos motivos no aclara, y que finalizó cuando ella decidió no asistir a la fiesta y marcharse a casa. «No iba a presentarme del brazo de Rafa después de la que me había montado. Al día siguiente, Francine Galvez me preguntó por qué no había asistido y cuando se lo conté, me dijo que él llegó mal a la fiesta, empapado en sudor», relata.
«El problema que tiene Rafael es el grupo con el que siempre se junta, que él siempre les llama sus ''palmeritos' ', son unos chicos muy jovencitos y anónimos que le bailan el agua. Ellos son los que le llevan siempre a pasar ese límite entre el bien y el mal», apunta Christina Parrado. «Todos los que le queremos le hemos dado siempre buenos consejos y le hemos advertido para que ponga límites. Por eso, que más tarde o más temprano saliera una noticia relacionada con este tema no iba a sorprender a nadie. Por lo menos, a mí no me ha sorprendido», concluye.
Ella, al igual que otras personas del entorno de Amargo, tiene la esperanza de que esta investigación quede en nada, «que todo salga a la luz y se quede para él en un susto que a él le pare un poco los pies y deje de estar en esa línea entre el bien y el mal para que vuelva a lo que él es: un gran artista cuyo trabajo se ha reconocido a nivel internacional».
De Granada a Madrid
Nacido en Valderrubio (Granada) en enero de 1975 , Rafael Amargo debutó como bailarín a los 16 años. En 1997, cuando tenía 22 años, creó su propia compañía y estrenó «La Garra y el Ángel», su primer espectáculo, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Dos años después, con «Amargo», se comenzó a reconocer su trabajo. Desde entonces ha cosechado muchos éxitos dentro y fuera de España y ha sido premiado con cuatro Premios Max de las Artes Escénicas y la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, entre otros. Con «Yerma», que se iba a estrenar mañana, el artista tenía muchas ganas de volver al teatro después de unos meses de pandemia donde se ha visto obligado a pararlo todo.
Pero a su biografía artística se une también un polémico historial personal de incidentes que, en ocasiones, han derivado en escándalos y encontronazos con la Justicia . El primero fue en 2005, cuando fue condenado a indemnizar con 300 euros por lesiones a Olga Pericet , exbailarina de su compañía, quien le acusó de haberla agredido tras una fuerte discusión. Él siempre negó los hechos. Meses atrás declaró ser «bisexual, ni maricón ni gay» y acto seguido aseguró que se consideraba una persona «viciosa» y también «muy creyente». Unas declaraciones que indignaron al colectivo LGTBIQ, además de ciertos sectores católicos.
«Me han tenido que invitar a almorzar y a cenar en restaurantes y mis padres han estado a mi lado, llorando y sufriendo», declaró hace unos meses a «Vanitatis». Al parecer, el bailarín contrajo muchas deudas de empleados de su compañía y antiguos colaboradores de sus espectáculos. Aunque tenía problemas económicos desde hacía tiempo, Amargo llegó a una situación límite cuando dejó de cobrar por un espectáculo. Según dijo él en su momento, fue víctima de una estafa que le llevó a acumular una gran deuda económica.
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