Maravillosos guiris

Un veraneo permanente

Después de veinte años en España, el exbaloncestista Nikola Loncar conoce a fondo todos sus rincones y se los recomienda con devoción a sus amigos

Nikola Loncar ABC

Nikola Loncar

Aunque llevo viviendo veinte años en España, debo reconocer que nunca he pasado un verano como tal aquí. Tanto cuando era jugador en activo (estuve en el Real Madrid, Juventud, Breogán y Estudiantes ) como ahora que trabajo en la televisión, viajaba tanto durante las temporadas que luego solo quería ir a Serbia para ver a la famila en los meses estivales. Sin embargo, como me he recorrido varias veces mi país adoptivo de punta a punta me considero un gran conocedor de sus lugares y costumbres y no dejo de recomendárselo siempre a todas las personas que puedo.

Quizá suene raro, pero a base de recorrerme la geografía española en periodos de dos o tres días , durante todos los meses y a lo largo de varios años seguidos, me he hecho una composición de lugares que voy idealizando a medida que recuerdo la gastronomía de cada uno de ellos. Para no irnos muy lejos, durante los pasados «playoffs» de la ACB estuvimos televisando los partidos en Valencia y de ahí lo primero que me viene a la mente es la paella, que como allí no la hacen en ningún sitio. Para mí, los viajes están relacionados con la comida, y este es el mejor ejemplo de ello. Lo mismo me sucede con la Costa del Sol o con Marbella, que conozco muy bien, y no las concibo sin unos buenos espetos de sardinas. Como yo no practico deportes náuticos ni buceo, mi auténtico disfrute cuando estoy en la playa es frente a una buena mesa.

Pasión isleña

Dado que las vacaciones son para recargar baterías y para desconectar, hay una opción buenísima que son las islas, tanto las Baleares como las Canarias. He pasado grandes momentos en Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera , y debo decir que muchas veces la gente busca destinos lejanos en Bahamas o en el Caribe y no sabe lo que tiene aquí al alcance de la mano. De verdad que no hay que irse tan lejos para disfrutar de unas islas de ensueño. Igual sucede con las Canarias, donde además he tenido siempre la suerte de ir fuera de temporada y con unas condiciones ideales. Tenerife y Gran Canaria son dos provincias que me encantan, por la diversidad que tienen. No tienen nada que ver las zonas de playa con las montañosas o selváticas. Y la gastronomía también es espectacular.

Valencia

Hablando de montañas, también tengo buenas experiencias acumuladas, aunque reconozco que soy más de visitar las costas. Pero me encantan los Pirineos y también Sierra Nevada , donde he asistido a varias concentraciones con mis equipos. Granada es increíble, pues en una hora puedes pasar de estar en el pico más alto a bañarte en el mar.

He dejado para el final Galicia, donde viví dos años y me ha dejado un recuerdo muy profundo en el corazón. Jugué en Lugo y me dio tiempo de sobra para conocer las playas cantábricas , las atlánticas y las distintas rías, un paisaje muy distinto al mediterráneo. Y qué decir de la tranquilidad que se respira y de la calidad de sus platos.

Un veraneo permanente

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