Veinte años de pasión por los aires cosmopolitas de Ibiza y La Coruña
El estilista colombiano está fascinado por la diversidad de España y su atmósfera de libertad desde que hace dos décadas dejase atrás Bruselas
![Eduardo Sánchez, director de Maison Eduardo Sánchez, en una de sus escapadas a Ibiza](https://s1.abcstatics.com/media/estilo/2018/08/03/eduardo-sanchez-peluquero-kzYD--1248x698@abc.jpg)
Aterricé en España hace más de veinte años. Venía de Bruselas, y mi primer destino fue nada más y nada menos que Marbella , en el corazón de Puerto Banús. Cuando les conté a mis amigos belgas que me iba allí a vivir, me convertí en el más envidiado del grupo: ¡Me iba a uno de los lugares del mundo con más sol y glamour por metro cuadrado!
Llegar a Marbella me supuso reencontrarme con el clima con el que había crecido en Colombia, porque Medellín, mi ciudad natal, es conocida como la ciudad de la «eterna primavera» . Ya en Marbella pude conocer, y disfrutar, de primera mano, de una de las características más fantásticas de los españoles, que es su forma de hacer vida en la calle. Y encima, rodeado por el carácter jovial y cercano de los andaluces .
Después, llegué a Madrid y me sentí fascinado por su arquitectura, por su parte más auténtica y castiza, por los magníficos edificios del barrio de Salamanca, por su historia, sus museos… Confieso que, para un colombiano como yo, al principio el castellano de Madrid me resultó un poco brusco. Y me llamaron también enormemente la atención las mujeres: vestían siempre monocolor, en tonos verdes, grises y caquis, con zapatos y bolso siempre conjuntados. Todas llevaban el mismo rubio y el mismo corte. Han pasado veinte años desde entonces, ¡dos décadas! En ese tiempo, Madrid ha cambiado muchísimo, y para mí ya es mi hogar.
He viajado mucho por la geografía española y he descubierto rincones extraordinarios. Me fascina la riqueza del paisaje, los contrastes entre norte y sur… ¡no hay comunidad autónoma donde no descubra lugares fascinantes ¡ni donde no se coma bien! Aunque hay dos lugares de los que me he enamorado especialmente y a los que voy siempre que puedo. Uno de ellos es Ibiza : me conquistaron desde el primer momento sus playas y sus paisajes , claro, pero también su pasado hippie, de libertad, y tan cosmopolita al mismo tiempo. Es una auténtica plataforma de la moda , el punto de encuentro de estrellas internacionales y nacionales. Sus calles están llenas de riqueza para los sentidos, para mirar y observar sin cansarse. Es vanguardista, pero también loca y atrevida, una auténtica fuente de inspiración. En Ibiza pueden pasar cosas como montarse en un ascensor y que dentro esté Sting.
El otro destino español al que siempre me escapo cuando puedo, y sobre todo en verano, es Galicia. Más concretamente, A Coruña . Me conquistaron sus playas kilométricas, tranquilas y espectaculares, su naturaleza salvaje y maravillosa, las temperaturas suaves y la comida, en la que el producto, de gran calidad es el único protagonista. Pero además La Coruña, gracias a la influencia de Inditex, es una ciudad totalmente cosmopolita.
Siempre recuerdo la primera vez que me pusieron delante un plato de percebes , ¡qué raros me parecieron, qué poco apetecibles! O los amas o los odias. Con ellos pueden pasarte dos cosas: que por su aspecto no quieras ni probarlos, o que venzas la primera impresión, los pruebes, te encanten… y te vuelvas adicto. Eso último es lo que me pasó a mí… Ahora me vuelven loco y si me ponen un plato delante, o los demás se dan prisa, «¡O me los como todos!».
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