Iñaki Urdangarin vuelve a trabajar con un sueldo de 800 euros al mes

Dejará la prisión de Brieva (Ávila) para pernoctar en el CIS de Alcalá de Henares

Iñaki Urdangarín llega al Centro Hogar Don Orione EP

SAÚL ORTIZ

Iñaki Urdangarin empieza el nuevo año con importantes y trascendentales movimientos en su vida. La próxima semana está previsto que se ejecute el cambio de grado penitenciario, dejando la prisión de Brieva para pernoctar en el CIS de Alcalá de Henares en el que, hasta la fecha, se desconoce cuál será su situación. En conversación con Mario Pascual Vives, abogado del marido de la Infanta Cristina, este confirma que la concesión del régimen abierto ha sido prematuro por lo que «todavía queda mucho por saber sobre su estancia en el centro de inserción social».

Fuentes cercanas confirman a ABC que Iñaki se encuentra «nervioso y preocupado» ante un traslado que tiene para él grandes implicaciones, más allá de las físicas. En el centro penitenciario de Brieva ha tenido «buena sintonía con los funcionarios, quienes, además, han destacado en informes su actitud positiva y colaborativa en todo momento», y desconoce cómo será recibido en su nuevo destino. Las mismas voces señalan que, aunque ha tenido momentos muy duros «debido a una soledad, que ha llegado a ocasionarle problemas en su salud», se había acostumbrado a la crudeza de la vida carcelaria. Para conseguir la aprobación del nuevo escenario, ha sido fundamental que Urdangarin contara con una oferta laboral que llegó en firme en el mes de noviembre.

Este periódico ha podido saber que el ex duque de Palma percibirá 800 euros que se le serán retribuidos en 14 pagas por ejercer labores de «acompañamiento físico y psicológico» de personas con discapacidad en el Centro Don Orione, en el que, hasta la fecha, ejercía de voluntario. Allí, donde es querido y respetado, destacan su gran implicación y el evidente desarrollo de la empatía, llegando a emocionarse con los avances y los retrocesos de quienes considera son parte de su aprendizaje.

Especialmente unido está a un joven, forofo del Barça, que se sintió amparado por él desde su desembarco en el centro . Urdangarin pidió a una persona de su entorno que se encargara de hablar con la Fundación del Barcelona y consiguiera algún regalo para su nuevo amigo. Su petición fue atendida y pudo sorprenderle con un banderín, una camiseta firmada y un balón.

El afecto de quienes han conocido esa parte humana, hasta ahora desconocida, ha sido su única recompensa hasta la fecha. El marido de Doña Cristina no recibe ninguna otra contraprestación y ha sido su familia la que ha cubierto sus necesidades dentro de prisión aportando dinero al peculio, que le ha permitido, por ejemplo, adquirir su bebida isotónica favorita o concederse algún capricho en el economato.

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