El último susto de Isabel Pantoja

Su hijo Kiko, aunque ya se encuentra en su casa descansando, tuvo que pasar por el hospital por un fuerte ataque de gota

Isabel Pantoja, durante un paseo por las calles de Madrid GTRES

Con la resaca aún del éxito de audiencia que había cosechado en su reaparición televisiva, Isabel Pantoja se llevó un buen susto la tarde del pasado martes y no únicamente por el monólogo que le dedicó Jorge Javier Vázquez desde su tribuna de «Sálvame», sino por la visita de urgencias que tuvo que hacer su hijo Kiko Rivera de nuevo con un fuerte ataque de gota por el que ha tenido que interrumpir la promoción de su canción «Sano juicio» con la que pronto viajará a Miami para probar fortuna.

Aunque Kiko ya se encuentra en su casa descansando y bajo los cuidados y mimos de su mujer, el pasado martes el Dj tuvo que pasar unas horas en un hospital de Sevilla donde le acompañaba Irene Rosales . Ambos escucharon las palabras del médico que, una vez más, le recuerdan todo aquello que no debe hacer debido a esta dolencia. Adelgazar sigue siendo fundamental para su salud, pero lo cierto es que el cantante y dj no ha perdido ni un solo kilo sino más bien lo contrario en los últimos meses.

El susto de Isabel, que ya está en Madrid con su madre y sus amigos dispuesta a volcarse en su carrera y los conciertos que tiene programados, se amplió con la respuesta que le dio Jorge quien se dio por aludido cuando la cantante habló de su perrita Sissi , una bichón maltés de 14 años, a la que dijo que adoraba a pesar de quien se la había regalado.

Fue precisamente Vázquez en un programa de Antena 3 quien le entregó el cachorro, hoy motivo de discordia, y su sorpresa fue mayúscula ya que, hasta ese momento, creía que mantenía una relación más que cordial con Isabel a quien llamaba Maribel como sólo hace la familia y los íntimos.

«No se ha equivocado de persona y quería humillarme ya que siempre que nos hemos visto me recordaba que yo le regalé su perrita. Hemos tenido una relación bastante cordial, ha venido a cenar a mi casa y todo, y eso que la última vez que hablamos fue un día antes de entrar en prisión cuando le di ánimos por un wthashap y su única respuesta fue que ya no la llamaba Maribel. Ese día me quedé mosqueado con ese mensaje y no lo entendí. Ahora veo claramente cómo es esta mujer que tiene una soberbia que no ha limado ni tan siquiera tras pasar por la cárcel », asegura Vázquez.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación