Tres princesas de Grecia: todas ricas y ninguna griega ni de sangre real
Una multimillonaria suiza es la última entrar en la familia de los Reyes Constantino y Ana María
«Ninguna de sangre real, ninguna griega», comenta con un suspiro Popi, una monárquica sentimental de la generación de Constantino II (80 años) y residente en Atenas. Se refiere a las tres nueras de los Reyes Constantino y Ana María de Grecia . El 12 de diciembre, el más pequeño de los tres varones de los monarcas, el Príncipe Filipos (34 años) contrajo matrimonio con una multimillonaria de origen suizo en una ceremonia civil privada en uno de los salones del hotel Badutt’s Palace de St. Moritz (Suiza). Y es que los tres hermanos -además de Filipos, el Príncipe Pablo (53) y el Príncipe Nicolás (51), se instalaron en una realidad ajena a tiempos pasados y películas románticas y optaron por casarse con mujeres cosmopolitas, de exquisitos modales, con una carrera profesional propia y una considerable independencia económica.
Las hijas de los Reyes, que son Princesas de Grecia por nacimiento son dos: Alexia de Grecia (55), la primogénita, lleva una tranquila vida familiar en Puerto Calero, en el municipio de Yaiza (Lanzarote); mientras que Theodora (37), la más pequeña, está comprometida con el abogado estadounidense Matthew Kumar. Estas son sus cuñadas:
Marie Chantal Miller
Hija del magnate norteamericano de origen británico Robert Warren Miller , conocido como el «rey de los duty-free, y de una belleza ecuatoriana, Chantal Pesantes , nació en Londres en 1968. Tanto ella como sus hermanas Pía y Alexandra tuvieron una educación esmerada entre la capital británica, Hong Kong y en el internado más elitista del mundo: Le Rosey (Rolle, Suiza). En el caso de Marie Chantal , también estudió en París y en Nueva York. Fue presentada al Príncipe Pablo , oficialmente Príncipe Heredero de Grecia -aunque la monarquía se abolió en 1973 y se confirmó por referéndum en 1974- por un amigo de sus padres en 1985. Una década más tarde, se dieron el «sí, quiero en Londres».
Desde entonces, esta sólida pareja ha tenido cinco hijos (Olympia , Constantino, Achileas, Odyseas y Aristidis ) y hace años fijaron su residencia en Nueva York. Además de ocuparse de su prole y de sus casas en EE.UU. (Nueva York y Southampton), Inglaterra, Grecia y Bahamas, desde el año 2000 tiene su propia y exclusiva marca de moda infantil. Llegó a tener tiendas en varios países -la de Atenas cerró durante la crisis económica-, pero sigue manteniendo una preciosa en Londres y sus creaciones se venden en tiendas de lujo del mundo entero. Siempre activa y muy elegante, este año ha publicado un libro de buenas maneras para niños: «Los modales comienzan en el desayuno». La fortuna de su familia supera los 2.500 millones de dólares.
Tatiana Blatnik
Es, desde 2010, la esposa del Príncipe Nicolás . Elegante y cosmopolita, es hija del esloveno Ladislav Blatnik y de la alemana Marie Blanche Bierlein, nació y se crió primero en Venezuela, estudió en un internado en Suiza y se licenció en Sociología por la Universidad de Georgetown, en Washington D. C. Sus veraneos, en Marbella.
Su padre murió cuando Tatiana tenía 6 años, pero el segundo marido de su madre, Attilio Brillembourg , la considera como su propia hija y fue quien la llevó al altar en su boda ortodoxa celebrada en la isla de Spetses, a la que acudió gran parte de la Familia Real española, danesa y holandesa. Trabajó varios años para la diseñadora Diane von Fürstenberg en Estados Unidos y Londres, donde vivió con su marido, pero al establecerse en Grecia, en 2013, dejó la moda para se colaborar en proyectos solidarios con los niños y adolescentes enfermos de cáncer, así como recogida de alimentos para los mas necesitados y la protección de las tradiciones griegas.
Viaja con frecuencia con su marido, acompañándole a sus exposiciones fotográficas, y es muy apreciada por su simpatía. A sus 40 años, posee un importante patrimonio personal, pero no hace ningún alarde de riqueza. Este matrimonio sin hijos lleva una vida muy discreta en Grecia, país que van descubriendo según cuentan en Instagram, siempre alejados de la política.
Nina Flohr
Nina es la siempre sonriente hija única de un multimillonario suizo, Thomas Flohr, propietario de la compañía de aviones privados Vistajet, y de Kathrana Konecny , artista y empresaria de origen ruso que trabajó para Fabergé y fue editora de joyas y moda para la edición rusa de «Vogue»; hoy Kathrana trabaja para una exclusiva joyería londinense, Santi Jewels and Arts. Nina se ocupa de la parte creativa de la compañía de su padre, pero también es empresaria y está lanzando un conjunto turístico de alta gama en una isla cercana a Mozambique, el Kisawa Sanctuary, tras fundar un centro de estudios marinos (Centro Bazaruto), situado en la misma zona. Quienes la conocen destacan su alegría, su buen gusto y su creatividad para los negocios.
La fortuna de su progenitor supera los 2.000 millones de dólares. Siempre tiene tiempo para acudir, cuando no hay pandemia, a las fiestas de sus amigas, todas muy conocidas y algunas relacionadas con la realeza británica. Y en su Instagram, abierto y sin filtros, deja claro lo enamorada que está de su apuesto (y tímido en público) Príncipe, y lo contenta está de haberse casado a pesar de las medidas de prevención contra el covid en Suiza.
Su mejor declaración fue este verano, con una foto de ambos en la isla jónica de Ítaca donde se comprometieron: «Mi querido Filipos, te amo hoy, te amaré mañana y siempre. Nos haces más felices, mejores y más fuertes. Estoy deseando pasar el resto de nuestras vidas juntos». Ahora lo ha conseguido.