Taylor Swift y Kanye West, su guerra llega a la política

La irrupción de la cantante en las elecciones de EE.UU. le vuelve a enfrentar con el rapero, aliado de Trump

Kanye West y Taylor Swift durante los MTV de 2009 AFP

Javier Ansorena

Una noche de septiembre de hace casi una década, en los premios MTV de 2009, en el Radio Music City Hall de Nueva York, nació una de las grandes rivalidades de la escena pop mundial. Taylor Swift acababa de ganar el premio gordo, el vídeo del año. En medio de su discurso de agradecimiento, Kanye West irrumpió en el escenario, le quitó el micrófono y le dijo que muy bien, enhorabuena, pero que el vídeo de Beyoncé -atónita entre el público- era «uno de los mejores de la historia». Swift, con apenas 19 años, se quedó congelada en la humillación y abandonó la escena entre lágrimas. El episodio ha motivado letras de canciones de ambos, ataques de ida y vuelta, reconciliaciones y distanciamientos que todavía colean.

Este otoño, la rivalidad Swift-West ha desembarcado en la política. Kanye West, un verso libre de la escena musical estadounidense , ha roto esquemas con su apoyo a Donald Trump , una anomalía entre artistas y una excepción casi completa para un famoso de raza negra. West ha optado por ir contracorriente y defiende que los medios y la opinión pública imponen un discurso -el todos contra Trump- y que él es, ante todo, libre: prefiere apoyar al multimillonario neoyorquino que sentirse obligado a criticarle. Hace poco apareció en el programa «Saturday Night Life» con la gorra roja de «Hacer EE.UU. grande otra vez» de la campaña de Trump y ejecutó una oda excéntrica y a ratos incongruente sobre su libertad de pensamiento . Hoy mismo celebra un almuerzo en la Casa Blanca con Trump, encantado de encontrar a alguien con peso en la opinión pública que le tiene simpatía.

REUTERS

El presidente de EE.UU. tiene menos simpatía ahora hacia Swift. Durante años, la cantante guardó silencio sobre su opinión política. Quizá era para no cabrear a nadie en su legión de seguidores o porque de verdad pensaba que la opinión de una cantante joven, que le canta al desengaño amoroso, sin experiencia política y sin activismo en asuntos sociales no debería influir. Su discreción le valió acusaciones de ser una seguidora encubierta de Trump.

Ahora ha cambiado de postura. El domingo publicó una nota extensa en Instagram , con 112 millones de seguidores, en el que llamaba a votar en las elecciones de noviembre, claves para el futuro de Trump y para las mayorías republicanas en el Congreso, a favor de candidatos demócratas en su estado, Tennessee.

«En el pasado, he sido reacia a hablar sobre mis opiniones políticas, pero debido a algunos suceso en mi vida y en el mundo en los últimos dos años, ahora pienso de otra manera», anunció. Defendió el voto demócrata para luchar «a favor de los derechos LGBT» , en contra de la «discriminación por orientación sexual o de género» y para combatir «el racismo sistémico» en EE.UU.

Su mensaje disparó el número de registros para votar en EE.UU. y en Tennessee y despertó el nerviosismo entre los republicanos. «Solo tendrá impacto si dejamos que voten las niñas de 13 años», despreció el ex gobernador de Arkansas, Mike Huckabee. Trump no pudo contener una reacción: «Ahora me gusta la música de Taylor un 25% menos» .

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