El sobrino de John F. Kennedy rompe su silencio tras las dos nuevas trágicas muertes en la familia

El pasado 2 de abril, Maeve Kennedy Townsend y su hijo Gideon McKean se subieron a una canoa para recorrer la bahía de Chesapeake, cerca de Washington, pero no consiguieron regresar

ABC

Una nueva tragedia sacudió el pasado 2 de abril a la saga Kennedy . Fue el día en el que Maeve Kennedy Townsend (40 años), nieta de Robert F. Kennedy, y su hijo, Gideon McKean, de 8 años, se subieron en una canoa para recorrer la bahía de Chesapeake, cerca de Washington, en busca de una pelota que se les había perdido mientras jugaban en el jardín de la casa familiar de Maryland. Pero no consiguieron regresar. Tras una búsqueda incesante, la Policía del estado terminó encontrando esta semana los cuerpos sin vida de ambos a unos pocos kilómetros de la residencia.

Sus familiares todavía no pueden creerse lo que ha sucedido. «La realidad es que el dolor es indescriptiblemente duro », se ha sincerado Timothy Shriver Kennedy, primo de Maeve Kennedy Townsend, con la revista «People». Los más de 120 miembros del clan se reunieron de forma virtual por el coronavirus el pasado fin de semana, ya seguros de que no había posibilidad de que siguieran vivos, para llorar sus muertes .

«Desearía poder decir que fue suficiente. Es suficiente para darnos fuerza, pero no es suficiente para terminar con el dolor », ha dicho Shriver tras la tragedia que ha devastado a la familia. «En nombre de nuestra familia, quiero compartir nuestra sincera gratitud con el gobernador Hogan, la secretaria Jeannie Haddaway-Riccio y el equipo de más de 50 profesionales del Departamento de Recursos Naturales, Anne Arundel, el condado de Charles y la Policía del Estado, quienes pasaron estos últimos días buscando a Maeve y Gideon. Nos han ayudado a cerrar esta terrible pérdida, y nuestra familia siempre estará agradecida por su incansable trabajo», ha comunicado por su parte Alan Fleischmann, amigo y portavoz de la familia.

Estos fallecimientos son solo dos desgracias más en la larga lista negra del clan Kennedy. Las desgracias en la familia, que comenzaron con los atentados de John F. Kennedy mientras aún era presidente de Estados Unidos en 1963 y de Robert F. Kennedy en 1968, parecen no tener fin. No hace mucho, concretamente el pasado mes de agosto, fallecía la nieta de Robert F. Kennedy a los 22 años, Saoirse Kennedy Hill , de una sobredosis. Se encontraba en la casa familiar en Hyannis, en el estado de Massachusetts. Hill fue trasladada al Hospital Cape Cod, donde los médicos solo pudieron confirmar su defunción.

La joven no tuvo una vida precisamente fácil. Vivió varias experiencias traumáticas . Durante su estancia en la Academia Deerfield en 2016, Saorsie escribió un artículo para el periódico estudiantil sobre su lucha contra la depresión y sobre las enfermedades mentales. Reveló que fue agredida sexualmente por un amigo durante su tercer año e intentó quitarse la vida. La maldición parece perseguir a esta familia.

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