Sean Connery, la cara B del «caballero»
Su primera mujer, Diane Cilento, acusó al mejor James Bond de la historia de violencia doméstica durante los once años que duró su matrimonio
Desde la primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon , hasta su legión de fieles seguidores lamentaron y rindieron tributo a Sean Connery tras su fallecimiento a los 90 años el pasado 31 de octubre mientras dormía en su casa de las Bahamas. El eterno caballero, como así dicen muchos, que siempre estará en el corazón de todos tras brillar en la gran pantalla con títulos como «El hombre que pudo reinar» y «Robin y Marian», entre otros, o su papel como el mejor James Bond de la historia.
Un innegable legado que dista mucho de la imagen que una amiga de la primera esposa del escocés, Diane Cilento, ha ofrecido a través de un testimonio que recuerda la otra cara de Sean Connery. Dicha fuente próxima a la fallecida recuerda en el Daily Mail las acusaciones de maltrato que esta hizo durante los más de diez años que duró su matrimonio y que el intérprete negó con vehemencia.
Asegura que ella fue testigo de los moratones en el rostro de la actriz, a la que conoció cuando era una adolescente e interpretaba el papel principal de Zuleika Dobson en una gira del musical Zuleika en 1957. Una mujer a la que describe como «emocionalmente vulnerable» tras hacerse amigas después de que intentase quitarse la vida cortándose las venas después de hacer dos actuaciones desastrosas en el teatro.
En una visita que hizo al matrimonio, que llevaba ya tres años de alianza, en su casa de Londres, vio a Cilento con un moratón en el ojo. «Oh, fue tan estúpido. Me di con la puerta de un armario en la cara», le dijo ella. No la creyó: «Lo que quedó claro esa tarde fue cuán dominante era Connery en el matrimonio. Diane no era un felpudo, pero parecía tenerle miedo. Claramente ya se había convertido en víctima de abuso doméstico ».
Años después, Cilento terminó contándole la verdad sobre los abusos que había tenido que soportar durante su matrimonio, que terminó en 1973. También lo relató en su biografía en 2006 donde escribía: «Era tarde cuando subí las escaleras a nuestra habitación... Una vez dentro, en la oscuridad, sentí un golpe en la cara y me tiraron al suelo. Recuerdo haber gritado y creo que ambos gritábamos. Me puse de pie e intenté luchar, pero otro golpe me envió volando. Me las arreglé para atravesar la puerta del baño y encerrarme. Pasé el resto de la noche tirado en el suelo del baño, cubierto con toallas, lloriqueando».
Tras el episodio, nunca habló de ello hasta que Sean Connery dijo en una entrevista en Playboy en 1965 que no veía nada malo en pegar a una mujer. «No creo que haya nada particularmente malo en golpear a una mujer, aunque no recomiendo hacerlo de la misma manera que golpearías a un hombre», decía Connery que justificaba « una bofetada con la mano abierta si todas las alternativas fallan». Declaraciones que luego negaría. También las acusaciones que hizo su exmujer durante años: «Diane no ha podido salir adelante con su vida después de nuestra separación y ya he tenido que lidiar con acusaciones suyas de que yo era violento con ella y tonterías así. Ahora las mentiras se tornan aún más viciosas y, lo que es peor, ha metido a nuestro hijo».
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