La ola de calor que se extendió por toda Gran Bretaña obligó a los organizadores del «Royal Ascot» a considerar disminuir el código de vestimenta si las condiciones se volvían demasiado incómodas. Considerado como el evento social más importante de la temporada y que dura cinco días. Un evento sinónimo de elegancia sartorial en el que los hombres están obligados a lucir traje de chaqué negro o gris incluyendo la corbata, el chaleco y el sombrero de copa en todo momento. Durante cinco días se ha podido disfrutar no solo de las carreras sino de un desfile de sombreros creados exclusivamente para la ocasión por los diseñadores más famosos del mundo. Más que para librarse del sol, las mujeres lucen este complemento por presumir de modisto. Una norma que este año ha decidido suavizarse un poco: «Si las temperaturas aumentan mucho se pondrá un nuevo código de vestimenta», explicó el portavoz del Royal Ascot. La reina Isabel II de Inglaterra asistió a las carreras, una de sus aficiones predilectas, después de inaugurar la legislatura en el Parlamento británico, en una ceremonia que este año se desarrolló con menos pompa de lo habitual. En esta ocasión, Isabel II, a quien le gusta apostar, asistió al Royal Asco sin la compañía de su esposo, el príncipe Felipe, que estuvo ingresado por una infección. Los caballos también estuvieron protegidos de las altas temperaturas con cubos de agua fresca disponibles por todo el recinto y un centro de enfriamiento que pudieron utilizar en todo momento. «Si hace mucho calor dejaremos que la gente se quite la chaqueta y se relaje un poquito. Se haría el anuncio públicamente y cada uno tomará su decisión», se podía leer en el comunicado oficial. En la imagen, la brincesa Beatriz de York y Sarah, Duquesa de York sin perder detalle de las carreras de caballos de Ascot. Como consecuencia de los recientes atentados sufridos en la capital se incrementaron las medidas de seguridad en el evento en el que acudieron más de 300.000 personas a lo largo de la semana. Decenas de patrullas armadas fueron desplegadas en el Royal Ascot para la propia seguridad de la Reina Isabel II. Un comunicado emitido por la policía británica aseguraba que habría más control gracias a policías uniformados y no uniformados y controles de vehículos y personas. «Para todos los participantes, el evento de este año será un poco diferente como consecuencia de los recientes trágicos acontecimientos nacionales» añadió Supt Olly Wright. Un portavoz de Royal Ascot aseguró que este año el acceso a la pista de carreras será más lento como resultado de la seguridad adicional. «Pedimos que no traigan bolsas o maletas innecesarios a la pista de carreras», informó.