Rocío Carrasco calla pese a las súplicas de su hija: el motivo que impediría su reconciliación

Hace unas semanas, Rocío Carrasco cumplió 43 años, envuelta por la polémica y dejando atrás uno de sus años más convulsos de su vida. Y es que la reaparición de su familia en el panorama televisivo ha removido un conflicto que, desde hace años, tiene en vilo a la audiencia de los programas y los medios del corazón. Durante todo este tiempo Rociíto ha mantenido la compostura y, lejos de pronunciarse, no se ha dejado ver prácticamente en público.

Guardó un silencio sepulcral, el mismo que pidió a sus amigos y seres queridos, a quienes suplicó que no se pronunciaran sobre el conflicto familiar, ni si quiera para defenderla. A cambio, decidió gestionar todo lo que se ha hablado sobre ella en los tribunales. Pero todo cambió a finales del pasado mes de enero, cuando reapareció para presentar el espectáculo dedicado a su madre: «Qué no daría yo por ser Rocío Jurado» . «Ha habido algunas preguntas relacionadas con temas que yo no hablo. Pero el hecho de que yo no hable no significa que quien calla, otorga », respondió sobre una pregunta sobre su mala relación con su ex y sus hijos. «El que calla está callado porque ha decidido estar callado hasta que deje de estarlo y decida hacer lo contrario. No he hablado nunca de relaciones materno filiales ni de personas de mi vida que han estado en el pasado. No lo he hecho ni lo voy hacer ahora».

Pero su hija, a quien se declaró culpable hace años de maltrato continuado hacia su progenitora , tal y como desveló «Vanitatis» tras acceder a la sentencia, y que en un principio parecía no tener intención de retomar el contacto con su madre, ha cambiado de actitud. Su paso por «Supervivientes» ha conseguido que se derrumbe y suplique abiertamente la necesidad de volver a tener a su madre en su vida e, incluso, su deseo de que esta esté viendo su concurso.

No obstante, la revista «Lecturas» publica esta semana que Rociíto se niega a ver a su hija a través de la televisión porque le resulta «demasiado doloroso». Además, su entorno más cercano cuenta a la citada publicación que el hecho de que la joven dijera públicamente que no cree que tenga que pedir perdón a su madre por lo sucedido en el pasado podría ser una piedra en el camino, y el motivo que impediría la reconciliación.

Ante un acercamiento, las personas cercanas a la hija de Pedro Carrasco, lo tienen claro: no guardan muchas esperanzas ante la posibilidad de un acercamiento.