Roberto Bautista y Ana Bodí, el «sí, quiero» después de la Davis
Tras perder a su padre y ganar el torneo, el tenista pone fin a diez días llenos de emociones casándose con su novia
Roberto Bautista (31 años) tocaba el corazón de todos los españoles el pasado domingo, cuando se lanzó a la pista de la Caja Mágica para iniciar el camino de su equipo hacia la sexta Ensaladera luciendo unas muñequeras negras con las que mostraba el luto por el fallecimiento de su padre , Joaquín , de quien se despedía tres días antes en Castellón.
La imagen del triunfo de España en la Copa Davis ha sido la de Bautista dado un ejemplo de gestión de emociones, valor y entereza sin límites. Una actitud que ha marcado a su compañero Rafa Nadal , quien destacó tras la victoria que lo del castellonense y número 9 del mundo había sido «inhumano» . «Es un ejemplo para el resto de mi vida», dijo Nadal sin poder contener las lágrimas.
En cuestión de diez días, Bautista se ha despedido de su padre, ha llevado a España a ganar la Copa Davis y hoy le dará el «sí, quiero» a Ana Bodí , su novia desde 2015. La joven de Burriana (Castellón) no pudo reprimir las lágrimas el domingo desde la banda de la Caja Mágica cuando Bautista elevó su dedo índice de la mano derecha hacia el cielo para celebrar su triunfo. Un gesto que el tenista comenzó a hacer en el torneo de Roland Garros del año pasado, días después de haber perdido de forma repentina a su madre, Esther . El triunfo del domingo Bautista se lo dedicó a Esther y a Joaquín, y Ana Bodí lo vivió desde la grada abrazada a Miguel Ángel , su padre, y a Sandra Gago , la mujer de Feliciano López .
Lo de que los seres humanos estamos hechos para amar y ser amados no es una cosa baladí. Bodí llegó a la vida de Bautista justo antes de que el tenista tuviera que afrontar los momentos más difíciles de su vida. En 2016 su padre sufrió un accidente en las cuadras de caballos que tienen en Castellón por el que -según contaba Bautista esta semana en «Cope»-, se lesionó de forma permanente las cervicales y tuvo que depender de un respirador . «Desde entonces mi madre y yo vivíamos con la angustia en el cuerpo, sabiendo que en cualquier momento se nos podía ir», comentó Bautista. Y concluyó: «Esta tensión a mi madre le pasó factura el año pasado. Tengo la suerte de tener a Ana a mi lado».
Se conocían desde pequeños
Aunque no empezaron a salir hasta 2015, Bodí y Bautista se conocían desde pequeños. «Roberto jugaba al tenis con una de las hermanas de Ana en el circuito provincial y sus familias se conocían desde siempre», cuenta una amiga cercana a la pareja a ABC. Pasaron los años y Bodí y Bautista se perdieron la pista. Cuando se reencontraron siendo más mayores « fueron novios casi desde el principio ». Se convirtieron entonces en los mejores compañeros de viaje y ella en un apoyo incondicional para él en todo lo que venía. «Roberto no tiene hermanos y durante este tiempo Ana le ha ayudado en todo lo que ha podido», relata la misma fuente. En Castellón, Bodí trabaja en la empresa familiar de su familia y gestiona los negocios de Bautista, pero no forma parte de su equipo de prensa y comunicación, como se ha publicado estos días.
Al fallecer su padre, Bodí le propuso a «Rober» -como le llama ella-, cancelar la boda. Pero él ha preferido seguir adelante. El jueves por la tarde se casaron por lo civil. Hoy, a las doce de la mañana, tendrá lugar la ceremonia religiosa, que celebrarán junto a sus invitados en la finca Mas de Lucía en Nules (Castellón). Desde el entorno de la pareja aseguran que será una boda normal , «de dos personas que se quieren y deciden formar una familia». Habrá pocos invitados porque ella siempre ha querido que su boda fuera «una cosa pequeñita» y Roberto tampoco quería que fuera una celebración gigante: «Él es bastante discreto, no le gusta llamar la atención y no se imaginaba siendo el protagonista de una fiesta enorme».
Decidieron casarse este fin de semana (el de en medio de las dos semanas que el deportista tiene de vacaciones) porque a Bautista le cuesta concentrarse en otra cosa cuando está entrenando o en medio de un torneo. Por eso no está previsto que asistan algunos de sus compañeros de la Copa Davis, que han aprovechado estos días para irse de viaje y desconectar.
Hoy Bautista y Bodí se darán el «sí, quiero» recordando a los que ya no están , pero celebrando que son el uno para el otro y lo mejor que les podía pasar.
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