La Reina Margarita celebra 80 años con aplausos y sin fastos

Los daneses saldrán hoy a las doce en punto a los balcones a cantar y aplaudir, pero el objeto de su homenaje no serán los sanitarios, sino la Reina Margarita , que cumple 80 años sin poder celebrar el amplio programa conmemorativo, organizado desde hacía meses y hoy cancelado a causa de la crisis del coronavirus. En varias ocasiones ha comentado Margarita de Dinamarca que el momento más especial de su cumpleaños es cuando sale al balcón rodeada de sus nietos para ser felicitada por la multitud. En esta ocasión, tendrán que ser los daneses los que salgan al balcón por ella. También cada año, en su aniversario, recibe innumerables ramos de flores y esta vez ha pedido que, en lugar de a ella, se envíen a las residencias de ancianos. Tampoco será posible la tradición de acudir a la Mansión Amarilla para escribir mensajes de felicitación en el libro que se abre a tal efecto, pero se ha habilitado una página web (www.kongehuset.dk) que hará las veces de libro.

La Casa Real danesa cumplió el martes con uno de los pocos puntos de ese programa que se han podido mantener, la publicación de nuevos retratos oficiales, realizados antes de la crisis sanitaria. Se trata de tres estampas familiares realizadas en el Palacio de Christian IX de Amalienborg y en el Palacio de Fredensborg, en las que la monarca (vestida de azul y luciendo uno de sus broches favoritos) se presenta acompañada de su hijo, el Príncipe Heredero Federico , de 51 años), y su nieto, segundo en la línea de sucesión al Trono, el Príncipe Christian, de 14.

El pasado 12 de marzo, un día después de que el Gobierno pidiera a la población que permaneciera en sus casas, la Reina suspendió todos los actos programados, incluido el gran banquete de gala al que iban a acudir representantes de todas las casas reales europeas, y se confinó en el palacio de Fredensborg, a 40 kilómetros de Copenhague.

Tras 47 años en el Trono danés, Margarita II sigue siendo una indiscutida seña de identidad para los daneses. Nació solo unos días después de que los nazis invadieran Dinamarca y sometieran a la Familia Real a un obligado silencio. Su madre, la Princesa Ingrid de Suecia , desafiando a las autoridades de la ocupación, salía con su pequeña hija por las calles de Copenhague y el bebé se convirtió en un símbolo de esperanza. Sus padres solo tuvieron tres hijas mujeres y fue necesario un referéndum democrático para abolir la discriminación. Ella ha demostrado ser una mujer de su tiempo. Ha sido la primera de la Familia Real en matricularse en la escuela pública. También estudió Ciencias Políticas en Cambridge y Arqueología en Arhus. Intelectual y políglota, escribió varios libros y tradujo otros al danés, como «Todos los hombres son mortales», de la filósofa y feminista Simone de Beauvoirs, e ilustró la saga «El señor de los anillos», de J. R. R. Tolkien . En la Sorbona asistió a clases de Economía y allí conoció al amor de su vida, el aristócrata francés Henri de Laborde de Monpenzat , secretario de la Embajada de Francia en Londres. Su reinado ha supuesto la modernización de la monarquía danesa, con la eliminación de protocolos obsoletos, a la vez que preservaba la dignidad de la Corona.