La advertencia del FBI al Príncipe Andrés por su nula colaboración en el caso Epstein
El fiscal Geoffrey Berman sostiene que el Duque de York no colabora en la investigación sobre el que fuera su amigo, Jeffrey Epstein
El Príncipe Andrés sigue pagando las consecuencias de su amistad con el proxeneta Jeffrey Epstein , que fue encontrado muerto el pasado verano en la cárcel de máxima seguridad de Nueva York en la que cumplía condena por diversos delitos de naturaleza sexual. El hijo de la Reina Isabel II , que concedió una entrevista en la televisión pública para conseguir calmar la situación, consiguió el efecto contrario y, tras una desastrosa intervención, renunció a sus funciones públicas dentro de la institución.
«Me ha quedado claro en los últimos días que las circunstancias relacionadas con mi asociación con Jeffrey Epstein se han convertido en una interrupción importante para el trabajo de mi familia y el valioso trabajo que se realiza en las muchas organizaciones benéficas que estoy orgulloso de apoyar», señaló el Duque de York en el comunicado emitido por el palacio de Buckingham. En el mismo documento, dejó clara su postura y aseguró que haría todo lo que estuviera en su mano para facilitar el proceso de la investigación. «Por supuesto, estoy dispuesto a ayudar en las investigaciones si es necesario», destacó, pese a que en la caótica entrevista con la periodista Emily Maitlis echó balones fuera al ser preguntado sobre su posible colaboración con las autoridades estadounidenses.
Pero parece ser que el «ojito derecho» de la monarca se resiste a cooperar con el FBI en su investigación sobre la trama de tráfico sexual que lideró quien fuera su amigo. Geoffrey Berman , el fiscal que dirige la investigación, así lo ha afirmado en una rueda de prensa esta semana: «El príncipe Andrés ahora ha cerrado por completo la puerta a la cooperación voluntaria y nuestra oficina está considerando sus opciones», ha dicho, avanzando que se podrían tomar medidas. Y es que el pasado mes de enero ya dijo que el hermano del Príncipe Carlos había prestado «cero» colaboración.
Dentro de estas «opciones» que considera el fiscal, hay algunas que podrían perjudicar seriamente al Duque de York y, consecuentemente, a Isabel II. Así, podrían emitir una citación para que testifique que, de ser ignorada, podría dar paso a la emisión de una orden judicial para obligarle a comparecer. Como última opción, al no vivir el príncipe en Estados Unidos, el Gobierno norteamericano podría pedir al Reino Unido que se le extradite como testigo material. No obstante, este sería casi un imposible, ya que, además de ser poco habitual, en el caso de exmarido de Sarah Ferguson sería aún más complicado.
Por el momento, desde Buckingham no se ha hecho ningún tipo de declaración al respecto.
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