Primeras palabras de Paloma Cuevas tras la separación de Enrique Ponce
La todavía mujer del torero asegura que está «serena» y muy centrada en que la situación no afecte a sus hijas
No hay duda de que una ruptura nunca es fácil para ninguna de las partes y más, si llevas casi 25 años de matrimonio y tiene dos hijas en común. Paloma Cuevas (47 años) y Enrique Ponce (48) están viviendo uno de los momentos más difíciles tras tomar la difícil decisión de poner fin a su historia de amor. Si además le sumas que podría existir una tercera persona en discordia, la situación se complica y mucho.
La todavía mujer del torero está atravesando un momento muy doloroso, como ha contado a la revista «¡Hola!». Paloma Cuevas se ha refugiado en la fe y en los suyos para superar este gran bache y sobre todo procurar que nada afecte a lo que más quiere en este mundo: Paloma y Bianca, de 12 y 8 años.
«La felicidad de mis hijas está por encima de todo», asegura Paloma Cuevas a la citada publicación a través de una llamada telefónica. Pese al difícil momento cuenta que está serena: «La palabra es serena. Serena porque mi fe me permite estar tranquila, y serena porque la felicidad de mis hijas está por encima de todo».
Y prosigue: «Sí, es un momento muy difícil... pero ahora no me quiero preocupar por mí. Solo quiero que mis hijas y mis padres estén bien». Asegura además que jamás hablará mal del padre de sus hijos, al que pese a todo, le tiene mucho afecto: «Hemos tenido un matrimonio precioso durante 24 años, y un amor muy real, muy verdadero. Nos tendremos el mismo cariño de siempre. Nos llevamos muy bien, y eso no va a cambiar porque eso es imprescindible para que mis hijas sean felices».
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