Preocupación por la delgadez y la crispación física de Emmanuel Macron

Hay quienes piensan que la delgadez aparente del presidente galo pudiera deberse a un entrenamiento «excesivo»

REUTERS

Juan Pedro Quiñonero

Emmanuel Macron debe afrontar otro «frente» de crisis: su delgadez aparente y su estado de salud suscitan un rosario de rumores sobre la inquietud de su esposa Brigitte y su círculo de colaboradores íntimos.

El presidente Macron tiene fama de ser adicto al trabajo , satisfecho y feliz con su adicción al trabajo, desde sus años de banquero de negocios, en la Banca Rothschild.

Instalado en el Elíseo, la leyenda se confirmó cumplidamente, imponiendo a sus colaboradores íntimos un ritmo de trabajo muy fuera de serie.

Año y medio más tarde, esa adicción al trabajo, a paso de carga, comienza a tener un costo físico visible. «Tu marido adelgaza a ojos vista», le ha comentado a Brigitte Macron una amiga de provincias.

En diecisiete meses de su elección, el presidente de la República ha realizado 170 viajes nacionales y 66 viajes internacional . Un récord absoluto en la historia de la V República. Brigitte Macron siempre acompañó a su esposo durante todos los viajes, hasta el verano pasado, cuando decidió tomarse unos días de descanso , en la residencia familiar de Le Touquet, al norte de Francia, mientras el jefe del Estado proseguía su incansable gira internacional.

Macron cumplirá 41 años el 21 de diciembre. Su esposa cumplió 65 el mes de abril pasado. Forman una pareja sólida y unida desde hace veinte años. A los diecisiete meses de instalarse en el Elíseo, el presidente afronta su crisis de credibilidad personal redoblando su actividad física, política y diplomática, incluso deportiva. Desde hace un trimestre, la primera dama de Francia prefiere reservarse físicamente, tomándose algunos días de reposo personal.

Los Macron pasan muchos fines de semana juntos en la residencia oficial de La Lanterne, en el parque nacional de Versalles, la antigua residencia de los reyes de Francia. Para el presidente solo se trata de reducir el ritmo de trabajo, incluso para hacer deporte. Hay quienes piensan que la delgadez aparente de Macron, desde hace días, pudiera deberse a un entrenamiento «excesivo» , en una sala de deportes donde practica el boxeo, como su primer ministro, Edouard Philippe, y como Manuel Valls , en sus tiempos de primer ministro francés.

Según «Le Parisien», diario popular, tradicionalmente bien informado, Brigitte Macron estaría «inquieta» con la delgadez de su esposo, cuyo rostro tiene unos rasgos relativamente crispados en los primeros planos que solo es posible tomar a cierta distancia, con ópticas de 300 mm. Detalle tampoco contribuye a suavizar una silueta aparentemente tensa, consecuencia de un estrés profesional quizá agravado por el ritmo de trabajo y la ansiedad que suscita la incertidumbre, incluso en la cúspide del Estado.

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