«La prensa sensacionalista mató a Caroline Flack»

La obsesiva cobertura mediática de los famosos no es nada nuevo en Reino Unido, un país cuyos periódicos sensacionalistas son conocidos por su incansable e inquebrantable persecución del escándalo

ABC

El pasado fin de semana, la presentadora de televisión inglesa Caroline Flack , de 40 años, fue hallada muerta en su apartamento de Londres y el abogado de la familia confirmó que se trata de un suicidio.

Mucho se ha escrito sobre las circunstancias que rodearon la muerte de la presentadora, a pesar de que se sabe poco sobre ello. Lo único que había transcendido era que se había suicidado en su artamento del noreste de Londres mientras esperaba al juicio por un presunto violencia doméstica contra el que fuera su actual novio, el modelo Lewis Burton .

Mientras tanto, los mismos medios que ayudaron a Flack al ascenso a la fama fueron acusados esta semana de haberle hecho la vida imposible durante los últimos meses. Muchos internautas han criticado que tabloides como «The Sun» eliminasen rápidamente artículos suyos en los que arremetían contra la estrella de la televisión.

La prensa sensacionalista, en el punto de mira

La vida privada de Flack ha estado en el punto de mira de la prensa desde que fuese elegida para presentar «Strictly Come Dancing», uno de los programas más populares de Reino Unido. Tras este primer éxito presentó «Love Island», el equivalente a «La Isla de las Tentaciones» de nuestro país.

Gtres

Su popularidad creció tanto que su relación sentimental con el cantante de One Direccion Harry Styles - cuando ella tenía 31 años y él 17- fue muy comentada e incluso hasta criticada. Todo esto se intensificó cuando la joven fue detenida por supuesto maltrato doméstico contra la que era su actual pareja, el modelo Lewis Burton. Un juicio que fue revisado casi a diario por los tabloides sensacionalistas. «Ella vivió cada error públicamente bajo el escrutinio de los medios de comunicación» , dijo Laura Whitmore , amiga de Flack y su sustituta como presentadora de «Love Island». «Hay que parar a la prensa que demoniza y derriba el éxito: ya hemos tenido suficiente». Tras estas declaraciones, varios medios compararon el acoso sufrido por la presentadora con el que convive a diario Meghan Markle desde que se casó con el Príncipe Harry.

Tras este trágico suceso, la sociedad británica ha iniciado un debate en el que se preguntan si el cruel escrutinio de los medios debería permitirse. La muerte de Flack ha impulsado que el gobierno se plantee hacer cambios en las leyes relacionadas con la prensa. «Lo que le sucedió a Caroline Flack le ocurrirá a las personas más vulnerables una y otra vez, hasta que el gobierno actúe », dijo a la «CNN» Nathan Sparkes , director de campaña de «Hacked Off», organización que se creó a raíz del escándalo de piratería de móviles de famosos en 2011 y que condujo al cierre de «News of the World». «Por lo general, las penas se aplican a una minoría de los periodistas pero necesitamos algún tipo de responsabilidad», añadió.

La obsesiva cobertura mediática de los famosos no es nada nuevo en Reino Unido, un país cuyos periódicos sensacionalistas son conocidos por su incansable e inquebrantable persecución del escándalo.

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