El periplo polar de la hija de Adriana Abascal y Juan Villalonga
Paulina Villalonga prepara su próxima expedición en el mes de enero al Polo Norte
Paulina Villalonga Abascal ha heredado el espíritu aventurero de su madre Adriana Abascal . Viajera desde que a los pocos meses de nacer trasladara su residencia de Miami a Los Ángeles, donde vivió hasta los 4 años, luego en Londres hasta los 10 años y finalmente a París. El mes pasado regresó a California para estudiar Ciencias Cognitivas en la Universidad de Berkeley donde, además, prepara su próxima expedición en el mes de enero al Polo Norte.
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«Voy a estar esquiando a través del antártico hasta llegar al Polo Sur Geográfico a temperaturas de menos 40 grados centígrados, cargando en mi trineo mi propia comida y mi propia tienda para el viaje. Somos un grupo de 10 personas que vamos a experimentar con las energías renovables: deshaciendo hielo y nieve como biocombustible para calendar nuestra comida. Con nosotros viajará Robert Swan , el primer hombre en la historia que caminó ambos polos», nos explica Paulina emocionada desde San Francisco. Para ella, Robert es un modelo a seguir. «Ya estuve con él en la Antártida el año pasado. Su labor para difundir las necesidades del planeta y sensibilizar a la gente a través de la aventura me inspira», admite la joven, que busca ayuda para su expedición a través de crowfunding y patrocinadores.
Su experiencia como embajadora global de Fuerza Climática 2041 es un reto porque quiere ser la primera vegana en caminar el Polo Sur. «Quiero demostrar que puedo sobrevivir al ambiente más hostil del planeta con productos sostenibles: biocombustibles, dieta vegana, ropa sostenible… si yo puedo lograrlo, quiere decir que todo el mundo puede hacerlo», responde vehementemente. Con el objetivo de crear difusión y conciencia entre el publico, Paulina admite haber experimentado miedo en su anterior expedición. «Fue horrible navegar un mar helado con olas de cinco metros. Pero me encanta el reto, en eso me parezco a mi madre, disfruto navegando en una zodiac por un mar helado».
Su madre, con quien pudimos hablar en Los Ángeles, nos reconoce el orgullo de tener una hija que lucha por el planeta. «Me enorgullece lo que está haciendo. Yo prefiero que se arriesgue en el Polo Norte en expediciones o aventuras ecológicas, sobre todo por una causa tan positiva, que los riesgos que hoy en día los adolescentes enfrentan saliendo de noche », nos dice Adriana.
A Paulina le gustaría que dentro de cuatro años, cuando se gradúe, encontrar trabajo como periodista o exploradora. «Ese seria mi sueño o rodar documentales sociales que creen conciencia medioambiental, pero es muy pronto para saber lo que quiero hacer con mi vida», admite la joven. Su madre opina igual que ella. «La veo al frente de una causa importante a favor del medio ambiente, la veo como abogada, la veo dirigiendo una Fundación a favor de una sociedad más equilibrada. Definitivamente es una niña con una vena activista, una niña muy creativa, muy artista, que en este momento de su vida está comprometida con la sociedad».
Para Paulina la visita de su madre es una sorpresa. «La admiro muchísimo, sin ella no estaría donde estoy. Me ha enseñado mucho y le estoy muy agradecida porque sin su apoyo no estaría en Berkeley ni participando en esta expedición. Mi madre me ha despertado mi creatividad . Con mis primos maternos jugaba a rodar películas, a interpretar personajes. Luego he entendido que mi creatividad la puedo canalizar a favor de una consciencia ecológica. Quiero seguir contando historias y comunicar lo que aprendo».
La joven llegó al proyecto a través de la cineasta catarí Hamida Al Kawari , que visitó su escuela para proyectar un documental en el que cuenta cómo debe vestirse de hombre para hacer determinadas actividades en su país. Ella la animó a postularse para la expedición a la Antártida. «Rellené la solicitud y a pesar de que yo creí que era imposible que me admitieran, lo conseguí». Ese fue el primer paso, ahora estoy en el proceso de prepararme para estar fuerte durante la expedición.
«Quiero inspirar a la gente joven contagiarles mi entusiasmo por esta expedición y por cuidar el planeta. He encontrado mi propósito en la vida a través de la naturaleza y la Aventura. Deseo compartir mi pasión con mi generación . Me gustaría que todo el mundo visitara mi pagina, www.icewarrior.net y descubrieran mi misión. Estoy abierta a cualquier colaboración para promover la sostentabilidad. Estoy contenta de contar con el apoyo de la revista Hola que se ha sumado a mi causa ecológica», terminó confesando Paulina.