Pepe Luis Vázquez Jr.: «La castidad durante el noviazgo es algo bueno»
El nieto del legendario torero reza con Tamara Falcó y sale de fiesta con la hija de Ortega Cano: «Somos carne de cañón para ciertas burlas»
Nieto del torero Pepe Luis Vázquez , hace cinco años tenía claro que su destino iba a ser continuar la saga familiar en los ruedos . Hoy apenas queda un recuerdo de aquel sueño y el que prometía torear se ha convertido en un estudiante de Periodismo (para alegría de su madre) que vive en Madrid y que practica la fe cristiana con absoluta entrega . Leal a sus amigos, entre los que se encuentran mujeres tan distintas como Tamara Falcó o Gloria Camila Ortega , Pepe Luis Jr. habla sin tapujos sobre religión, toros, fama y principios . «Mi futuro lo veo en mi Córdoba natal, con mi mujer y rodeado por mis hijos», augura. De momento, empieza a dar sus pinitos en el periodismo en su blog y vive su primer noviazgo de valentía sin querer dar muchos datos sobre su pareja.
-¿Lo de los toros fue un capricho?
-Siempre creí que mi vida iba a estar relacionada con el campo y los toros, así que pensé en estudiar Agrónomos o Veterinaria. Sufrí una voltereta de niño, pero en el año 2011 recuperé el gusanillo tras ver en televisión una faena de Manzanares, que indultó a un toro. Mi padre me llevó a un tentadero con mi tío Pepe Luis, Eduardo Dávila Miura y Espartaco . Yo estaba enganchado. Adelgacé, entrené, tenía el veneno del toreo en el cuerpo y en segundo de Bachillerato, tras fallecer mi abuelo, me llamaron para participar en un festival junto al nieto de Bienvenida. Cuando a los 18 años me vine a Madrid para estudiar, se acabó todo. Ya no era tan fácil entrenar. Mi madre me convenció para que me matriculara en Periodismo porque notaba que tenía facilidad de palabra. Además, para ella era una tranquilidad que su hijo no se hiciera torero.
-Usted es un joven muy religioso para los tiempos que corren.
-En mi familia siempre se ha respirado un ambiente muy religioso. He estudiado en un colegio del Opus Dei, porque consideraban que era muy buena enseñanza. Nosotros no pertenecemos a esa orden. En mi caso, la religión también ha sido un descubrimiento propio. He estado en contacto con sacerdotes que me han abierto los ojos. Es bueno descubrir la fe con gente al lado. Hoy recibo mucha formación con los Legionarios de Cristo en las reuniones que mantengo semanalmente con otros cinco jóvenes. En esos encuentros leemos el Evangelio y debatimos entre nosotros. Los jueves nos vemos allí, pero los sábados quedamos para salir por la noche de fiesta.
-¿Así conoció a Tamara Falcó?
-No, fue en una parroquia adonde ella acudió para dar su testimonio. Quería conocerla. Desde ese día tenemos una bonita amistad.
-¿Qué es dar testimonio?
-Contar su historia de conversión. El de Tamara lo puedes encontrar hasta en internet. Me demostró que es una mujer solidaria, no imaginas todo lo que hace sin publicitarlo.
-¿Se siente cómodo con su grupo católico en la sociedad actual?
-Vivo casi en una burbuja porque en mi ambiente todo el mundo lo entiende. Quiero creer que el resto de la sociedad también lo entiende, aunque la razón me dice que somos carne de cañón para ciertas burlas.
-Otra amiga mediática es Gloria Camila, la hija de José Ortega Cano.
-A Gloria la conocí en un tentadero en Yerbabuena. Al ser de la misma edad siempre nos sentaban juntos. Hasta lanzaron rumores sobre un noviazgo, pero lo nuestro sólo es pura amistad.
-¿Ha intentado llevarla a sus reuniones de religión?
-Le he tirado la caña, pero aún no lo he conseguido. En los tiempos difíciles estuve muy pendiente de ella, la llamaba y visitaba a José (Ortega) en sus permisos. Cuando alguien es muy conocido lo único que busca es tener gente discreta al lado.
-¿Hasta qué punto su fe interviene también en su noviazgo?
-Concibo la castidad como algo bueno en un noviazgo, pero sin obsesionarse. Para mí la castidad es respeto. Estoy en contra de acostarte con una mujer que conoces un día y te pone cachondo.
-¿No se le han acercado mujeres con intenciones de ligarle?
-Puede que por mi forma de ser no me dé cuenta, porque no soy de los de aquí te pillo aquí te mato. El amor es algo maravilloso y no se lo puedes dar a la primera persona que se cruza en tu vida. Así pienso, al menos a mis 21 años.
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