El Duque de Edimburgo ha dado su paso atrás a petición propia y apoyado por la Reina. Felipe de Grecia y Dinamarca nació el 10 de junio de 1921 en la isla griega de Corfú, hijo del Príncipe Andrés de Grecia y Dinamarca y de la Princesa Alicia de Battenberg. El Duque de Edimburgo, de 95 años, es el cónyuge real con más años de servicio de la historia británica, al superar los 57 años y 70 días de la Reina Carlota, esposa de Jorge III, fallecida en 1818, un año antes que el longevo rey loco. Contrajo matrimonio con Isabel de Inglaterra el 20 de noviembre de 1947, el día en que falleció Jorge VI y su hija Isabel ascendió al trono. Desde el primer día, el Príncipe Felipe se ha mostrado como un continuo apoyo a su mujer y renuncia a todo protagonismo. La continua lucha a lo largo de su vida contra los naturales deseos de destacar, constituye un gran mérito reconocido por la historiografía. Al casarse renunció sus títulos previos y fue investido con los de Duque de Edimburgo, Conde de Merioneth y Barón de Greenwich. El Príncipe Felipe es también el cónyuge de mayor edad de cualquier monarca reinante en el mundo. Todo este tiempo ha sido, según Isabel II, un triunfo personal y público del Duque de Edimburgo. «No es alguien que acepte cumplidos con facilidad. Sencillamente, ha sido mi sostén y fortaleza durante todos estos años, y yo y toda su familia, así como este y muchos otros países, le deben un reconocimiento mayor del que él nunca reclamaría o del que nosotros podamos imaginar», afirmó Su Majestad en 1997 durante la celebración de sus bodas de oro matrimoniales. El Duque de Edimburgo siempre ha comprendido a la perfección su papel en la Familia Real. Si se hubiera entrometido en tantas cuestiones de Estado como el consorte de la Reina Victoria, no está claro qué habría pasado con la Corona en una era como la actual. Así lo destacaron algunos medios británicos, como «The Daily Telegraph». Los 64 años de consorte han dado para muchas de estas anécdotas. Un libro ha llegado a recoger hasta 250. En una ocasión, por ejemplo, tras una matanza en una escuela rechazó que se prohibieran las armas de fuego con el argumento de que «si un jugador de criquet decide de pronto entrar en una escuela y matar a la gente con el bate, cosa que podría hacer muy fácilmente, ¿va a prohibirse por eso el bate de criquet?». Se le atribuye gran sentido común a la hora de afrontar las desdichas familiares. Fue apoyo de Isabel II en las crisis matrimoniales de sus hijos, intentó mediar en los pleitos entre los Príncipes de Gales y puso calma en la crisis provocada por la muerte de Lady Diana. Su primera gran decepción, que anticipaba la senda de sacrificio personal que suponía ser consorte de la Reina de Inglaterra, fue cuando se le negó que la Casa Real llevara su apellido adoptado de Mountbatten. En 2011, Felipe de Edimburgo fue sometido a una angioplastia y al año siguiente sufrió una infección de vejiga. Hace tres años, causó baja once días por una operación en el abdomen y el año pasado anuló a última hora un acto en unas islas de Escocia por «un fuerte catarro». Pero desde entonces este hombre alto, enjuto y todavía fibroso, se mantenía en un sorprendente buen estado. Sin embargo, dejará de participar en actos públicos de la Casa Real a partir del próximo otoño, según ha anunciado este jueves el Palacio de Buckingham en un comunicado tras la reunión convocada con todo su personal. «El duque de Edimburgo ha decidido que no seguirá participando en compromisos públicos a partir del otoño de este año. Para tomar esta decisión cuenta con el pleno apoyo de la reina», ha informado la Casa Real. Por su parte, la reina Isabel II «seguirá manteniendo un programa completo de compromisos oficiales» con el pleno apoyo de miembros de la familia real. El anuncio pone fin a una mañana de especulaciones después de que hubiesen sido convocados a Buckingham los responsables de las principales residencias regias para un importante anuncio. En las redes sociales se dispararon los rumores y en un lamentable error, el diario sensacionalista “The Sun”, el más vendido del país, llegó a publicar un instante en su web que el Duque de Edimburgo había muerto. El Duque de Edimburgo ha dado su paso atrás a petición propia y apoyado por la Reina, con la que en noviembre celebrará 70 años de casados. Palacio ha explicado que desde ahora y hasta agosto el Duque de Edimburgo cumplirá con la agenda de actos contraída previamente, pero que no aceptará nuevas invitaciones. No se descarta sin embargo que pueda seguir participando en algún acto puntual.