El orgullo latino de Shakira y JLo arrasa en la Super Bowl

Desde el mismo momento en que se anunció que Jennifer Lopez (50 años) y Shakira (43) actuarían en el descanso de la Super Bowl 2020, se intuía que la noche sería inolvidable. Tan es así, que con la resaca de la final de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), que ganó el equipo de Kansas City Chiefs frente al San Francisco 49ers, llegaron las entusiastas reacciones a lo largo y ancho del país ante una actuación que muchos han visto como una rutilante celebración del mundo latino y el poder femenino: desde «The New York Times» («supermujeres latinas» en «un eufórico espectáculo con un propósito») al «USA Today» («uno de los mejores shows de medio tiempo que se recuerde, especialmente comparado con la actuación para olvidar del pasado año de Maroon 5); de Lady Gaga (¡¡¡estas mujeres sexys poderosas !!!!) a Kim Kardashian («¡increíble») o Christina Aguilera , Pink o Katy Perry .

Desde el minuto uno se vio que la diva latina del Bronx y la estrella de Barranquilla tenían el común propósito de llenar el escenario de energía y ritmo para exhibir a su manera una suerte de bandera latina , que se ha transformado en un poderoso mensaje de apoyo a una comunidad seriamente marginada en EE.UU. Esos casi 15 minutos -históricos para muchos- han condensado un mayúsculo esfuerzo de producción: desde el vestuario hasta las uñas, de las coreografías al maquillaje, cada detalle fue cuidado al máximo.

Peter Dundas , ex director creativo de Roberto Cavalli , fue el responsable del estilismo de Shakira : un dos piezas rojo cuajado de 30.000 cristales y valorado en 20.000 dólares, y un segundo conjunto dorado, que combinó con unas zapatillas Adidas. Mientras, los tres conjuntos de JLo fueron confeccionados a medida por la casa Versace en colaboración con Swarovski. «Swarovski siempre ha sido una de las firmas favoritas de Jennifer López», señalaron los estilistas de la estrella, Rob Zangardi y Mariel Haenn , quienes contaron también con la colaboración de R&M para la confección de la bandera de 40.000 plumas donde, por un lado, se representaba a Puerto Rico y, por el otro, a EE.UU. Precisamente el «momento bandera» llegó durante el debut mundial como cantante de Emme (11), la hija de JLo y Marc Anthony , quien lideró un coro de niños vestidos de blanco y que poco antes habían salido de unas jaulas -«un marcado gesto de solidaridad hacia la comunidad latina y quienes se ven afectados por políticas antiinmigración», rezaba la revista «Times»-, mientras Shakira tocaba la batería.

Pero no ha sido la carga política lo que ha indignado a una minoría de espectadores de la Super Bowl , sino el ritmo rotundo de las caderas de estas dos megaestrellas. Según se ha publicado en las redes sociales, algunos llegaron a tapar los ojos de sus hijos por «considerar la actuación como porno suave », con JLo, en particular, agarrando su entrepierna o contoneándose en una barra de stripper. Muchos padres de familia han pedido a los organizadores de la Super Bowl, que se promociona como entretenimiento familiar, o al menos no se comercializa como entretenimiento para adultos, que tienen la obligación de advertir a las personas con niños de lo que están a punto de ver por si las imágenes pudieran molestarlos.