El ombligo «post divorcio» de Mar Flores
El final de su matrimonio va paralelo a su vuelta a los «photocall» donde Mar es ahora una de las «top ten»
Lo único bueno de divorciarse puede ser que una se quita los kilitos que lleva años queriendo desprender. No es el caso de la estupenda Mar Flores que luce tipazo y eso que es madre de cinco hijos pero sí es verdad que su final con Javier Merino no ha sido tan dulce como cuentan y es que ahí está el ombligo de la modelo y empresaria para confirmar que ha perdido un par de tallas en un proceso que todavía no ha digerido del todo .
El final de su matrimonio va paralelo a su vuelta a los «photocall» donde Mar es ahora una de las «top ten». Por eso esta semana fue la elegida para amadrinar en Barcelona la I edición de Rowenta Style, la apuesta por los diseñadores emergentes que en este debut tuvo a Marta Riumbau de protagonista. Mar llegó con un original conjunto naranja de la firma Dolores Promesas y con sandalias de borlas de colores y mini bolso colgado a la cadera.
Sin perder la sonrisa que para eso asegura que cuida su mente esta vez evitó comparar su matrimonio con una empresa que no funciona tal y como ya hizo semanas atrás en otro acto promocional de Madrid. « A veces las cosas no se explican bien . En ningún momento quise decir que Javier no había luchado por salvar nuestro matrimonio pero en nuestro caso el desgaste de la convivencia ha podido más», aclaró. A Mar se le criticó por hablar de una forma tan práctica cuando aseguró que «mi matrimonio es una empresa y mi marido ha preferido salirse» y de ahí que matizara esas palabras que ella esperaba se entendieran de otra manera.
Lo cierto es que a estar alturas de su historia Mar prefiere no ahondar más en los asuntos de su final tras 18 años de matrimonio y cuatro hijos pero aclara que hoy su principal sostén son precisamente los niños y su fuerza mental para despertarse cada mañana con una sonrisa.
Enfrascada también en su empresa de complementos y su expansión en Latinoamérica como ya publicamos en exclusiva en ABC la modelo aprovechará cada vez que sus hijos estén con su padre para dedicarse al completo a sus negocios y sentir el calor de los amigos que no le han fallado en estos momentos. Dispuesta a seguir haciendo «bolos» en las firmas que la soliciten la vuelta de Mar a la primera línea no deja de tener su punto «vintage» y de ahí que ella se defienda asegurando que «después de 25 años en mi profesión es normal que haya tenido ciertos parones cuando mis hijos eran pequeños pero ahora es una suerte que sigan apostando por mi». Lo dicho, Mar ha vuelto y lo hace para quedarse.
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